29 de enero de 2020

JORNADAS DE ESPIRITUALIDAD DE FAMILIA SALESIANA


Queridas/os Antiguas/os Alumnas/os, amigas/os todos,

Quisiera compartir con todos vosotros la magnífica experiencia que he tenido la oportunidad de vivir durante los días 16,17,18 y 19 de enero, fechas en las que se desarrolló en Turín la Jornada de espiritualidad de la Familia Salesiana. Condensar en pocas líneas todas las actividades realizadas es tarea difícil, pero describir lo vivido, las emociones, lo experimentado…se convierte en objetivo imposible de plasmar.
Desde hace un par de años los antiguos alumnos no habíamos planteado asistir a esta jornada, éramos conscientes de que nuestra participación era necesaria, por unos motivos u otros no pudo concretarse. Este año en la reunión de verano del consejo Fasa se decidió que para la jornada 2020 deberían asistir, al menos, los responsables de cada grupo que conformamos la familia salesiana de nuestra Inspectoría, esto motivó mi asistencia, aún no sabía que además, el aguinaldo de este año, sobre el que se conforma la jornada, iba a ser el de “Buenos cristianos y honrados ciudadanos” lema tan cercano a los antiguos alumnos, el Rector Mayor ha querido tener este guiño para con nosotros en el 150 aniversario de nuestra fundación.
No voy a hacer una crónica de lo acontecido, si alguien está interesado en ello puede entrar en la página salesianfamilydays.com o a través de Facebook en la página de infoans. Sólo quiero dejaros una serie de pinceladas a modo de collage a través de cual pueda expresar mi vivencia

Somos familia, Don Bosco nos pensó así y nos hizo así. Desde el primer minuto del viaje fue lo que experimenté. Somos familia salesiana, que acoge, que se preocupa, que organiza, que se ayuda mutuamente. Eso lo viví junto al numeroso grupo de nuestra Inspectoría, pero cuando llegué a Valdocco seguí experimentando lo mismo, en esta ocasión a nivel mundial. La espiritualidad y el carisma de Don Bosco no conocen de fronteras, son ilimitados como las estrellas del cielo y la arena del mar.
Tenemos un Padre, un maestro, un referente: Don Bosco. Figura portentosa que anima, que impulsa, que ha creado esta gran familia salesiana. Esa dimensión se acentúa cuando se vuelve a los orígenes,  a la humildad de I Becchi, cuando se visualiza la historia de la congregación salesiana y todo lo que se ha hecho por tantos en tan poco tiempo, se continua viviendo a Don Bosco en Valdocco en la Basílica, en el cuadro de María Auxiliadora, en los patios donde se gestó la gran historia salesiana y los grandes personajes que la hicieron inmensa. Hoy todo sigue de forma imperecedera, el Rector Mayor sigue al frente de la nave, los salesianos siguen acompañándonos, todo sigue igual. Las jornadas fueron muy salesianas, muy al estilo de Don Bosco: Mucho trabajo, mucha alegría, en este aspecto os recomiendo que veáis la velada y nuestra aportación folclórica, mucha amistad, mucha familiaridad…en definitiva: Don Bosco.
Dejo para el último apartado la palabra clave, espiritualidad. Te sientes iglesia; Jesucristo, el Evangelio y la oración envuelven todas las jornadas, es permanente el influjo de la Eucaristía y el recuerdo a la Madre. Para mí el momento central de estos días fue la vigilia eucarística celebrada en la Basílica, no puede haber mejor motivo que adorar a Cristo Eucaristía, no puede haber mejor lugar que la Basílica con María Auxiliadora y Don Bosco y no hay mejor momento para vivir tu fe en Dios.
Quiero concluir agradeciendo a todos los que han organizado estas jornadas, un recuerdo tanto a la estructura nacional como a la mundial, a todos los que  me han acompañado, ayudado y propiciado en mí esta experiencia renovadora. El día que estuvimos en I Becchi frente a la casita en la Iglesia de María Auxiliadora tuve un recuerdo para todos y cada uno de vosotros, y pedí para que el año siguiente otro antiguo alumno pudiera tener el don de vivir estos días, os invito a todos a que penséis en la posibilidad de vuestra asistencia a la jornada de espiritualidad, desde la regional os daremos todas las facilidades, nadie puede dejar de ir por contingencias mundanas que entre todos podremos resolver.

Un último ruego, difundid esta experiencia, seamos efecto multiplicador, la encomienda merece la pena. Recibid un cordial abrazo en Don Bosco.

Diego Aragón
Presidente Federal

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