“DA
MIHI ANIMAS, CAETERA TOLLE” (II)
I.- INTRODUCCIÓN
1.- ¿Qué pasa en la sociedad con tantas
«diferencias sociales», con tanta hambre y con un mandato de Cristo: «Amaos los
unos a los otros?
2.- ¿Qué pasa en el mundo en el que «los ricos son cada vez más
ricos y los pobres cada vez más pobres», y yo, sin querer, «voy entrando» o apeteciendo entrar en este mundo de los más
ricos?
3.- Si Dios ama a todas las criaturas y las ha
creado para el bien del hombre, el hombre debe amarlas y usarlas para bien
propio y ajeno.
4.- ¿Por qué se le echa la culpa a Dios, y no al uso que hacemos
de nuestros bienes y riquezas?
5.- ¿No nos estamos acostumbrando a vivir «con
grandes comodidades», prescindir de los graves problemas sociales y acallar
nuestra conciencia con dar una «limosnita»?
6.- El gran problema humano es el feroz egoísmo: considerar que
los bienes, pocos o muchos, que poseo «son míos» y «para mí» y olvidar que son
«de todos» y tenemos que «compartirlos entre todos».
7.- Los cristianos estamos llamados a remediar las grandes
diferencias sociales, existentes en el mundo y a «hacer una sociedad nueva».
8.- La 2ª parte del lema de Don Bosco «Caetera tolle», «llévate lo
demás», puede dar luz, en cuanto al uso y abuso de los bienes que poseemos.
II.- EL LEMA DE
DON BOSCO
1.- No es fácil resumir la riqueza espiritual y social contenida
en el lema de Don Bosco, «Da mihi ánimas, caetera tolle» (Dame almas y llévate
todo lo demás), sobre todo la 2ª parte. Lo intentaremos.
2.- Entendemos mejor el lema cuando lo
traducimos por «llévate todos los bienes materiales».
3.- «Llévate los bienes materiales significa:
- desprendimiento total de ellos y reconocer a Dios como dueño
absoluto de los mismos
- tener presente al «Dios me lo dio, Dios me lo quitó» (Job 1,21)
- abrir los horizontes del compartir, de la solidaridad, de querer
que los demás hombres disfruten de los bienes materiales que, al menos yo,
poseo
- vivir con sencillez, con «pobreza de espíritu».
4.— Es un lema que ayuda a los miembros de la
Familia Salesiana, que viven en medio de una «sociedad de consumo y de
bienestar» a vivir en pobreza de espíritu y poner sus bienes generosamente al
servicio de los demás.
5.- Los religiosos y religiosas tienen que vivir el voto de
pobreza. Y los cristianos y las cristianas la virtud de la pobreza. La «pobreza
desprende e ilumina».
III.- REFLEXIONES
DE ACTUALIDAD
1.- El hombre, ante Dios, no es dueño absoluto de nada. Tiene un
dominio relativo.
2.- Los bienes de la tierra, son de todos los
hombres y deben disfrutarlos todos los hombres.
3.- Tengo que preocuparme, como humano y cristiano, del desarrollo
de todo el hombre y de todos los hombres.
4.- Todos los bienes materiales (vivienda, luz,
cuarto de baño, agua corriente, calefacción, frigorífico, higiene...) deben
disfrutarlos todos los hombres.
5.- Existen en el mundo millones y millones de personas humanas
que no disfrutan ni de lo mínimo: vivienda, luz y agua... Preocúpate.
6.- Las «grandes diferencias sociales» claman
al cielo y piden solidaridad, solución.
7.- Rico es todo aquel que diga: «Lo mío y es mío y no tengo que
ver nada con los demás».
8.- El lema de Don Bosco encierra una
extraordinaria dimensión social porque tiende a destruir el «todo es mío y para
mí», que está muy metido en el corazón del niño, del joven, del adulto... y a
orientar a buscar el bien de los demás.
9.- La solidaridad no es solo internacional. Es también cercana,
familiar. ¡Cuántos familiares necesitan ayuda económica de sus familiares!
IV.- PALABRAS DE
DON BOSCO
1.- «Si diera lo superfluo a los huérfanos, sería mayor el número
de los elegidos, pero muchos lo conservan como un veneno» (M.Be, XVIII, 316).
2.- «Dad limosna, ¿de qué? De lo que os sobra.
No se me diga que esto es un consejo y no un precepto. Es un precepto dar de limosna
lo superfluo»
(M. Be XV, 448).
3.- «Los cristianos inteligentes no amontonan dinero que, hablando
en plata, puede calificarse como dinero de muerte. Los cristianos inteligentes
llevan a la eternidad el dinero de vida con sus buenas obras». (M. Be XVII,
69).
4.- «Hubiera recordado con gusto a ciertos
señores y señoras que desperdician el dinero comprando y manteniendo varios
pares de magníficos caballos, de los que podrían prescindir, y que derrochan y
malgastan el dinero en comidas, cenas, vestidos, galas, bailes, teatros, etc...
mientras que habrían podido, con una vida más cristiana, socorrer muchas
miserias, enjugar muchas lágrimas, salvar muchas almas». (M. Be. XV, 449).
5.- «El muchacho que vagabundea por vuestras calles, os pedirá,
primero, una limosna; después la exigirá, y, por último os obligará a dársela
con pistola en la mano» (M. Be. XVIII, 82).
V.- EL DINERO
1.- Hablamos del dinero como signo de egoísmo.
Por el uso del dinero se mide al cristiano. Un cristiano no puede decir: «yo
hago con mi dinero lo que me da la gana». El dinero es tuyo y... también de los
demás. Lleva dentro «egoísmo», pero también proyección social, servicio.
2.- El dinero, su mal uso, aparta a millones de cristianos de Dios
y de los hombres. Traducir el lema por ‘llévate el dinero’ te pone en guardia y
te orienta hacia el desprendimiento y la inversión social.
3.- No se trata de dar una limosna para salir
del paso. Se trata de tomar conciencia social, de interesarse por la situación
de millones de personas que no «disfrutan» de los bienes elementales.
4.- Don Bosco, al decir: ‘Llévate el dinero’, está diciendo, ten
cuidado con el dinero, despréndete de él, no lo endioses, úsalo bien, da
limosna, ayuda, promueve, comparte, inviértelo en obras sociales... Todo eso, y
algo más, está dentro del «caetera tolle».
5.- Don Bosco invirtió todo el dinero que llegó
a sus manos en los jóvenes. No lo usó para sí mismo. Le dio una «buena salida»
e hizo una «buena inversión»: formar hombres útiles.
6.- ¡Cuánto dinero se gasta en cosas pecaminosas, en cosas
frívolas y en cosas innecesarias!
VI.- «SOLLICITUDO
REI SOCIALIS»
Encíclica de Juan Pablo II (30.12.1987)
1.- Un aspecto positivo «es la plena conciencia en muchísimos
hombres y mujeres, de su propia dignidad y de la de cada ser humano»
(26)
2.- «En este mundo dividido y turbado por toda clases de
conflictos, aumenta la convicción de una radical interdependencia, y por
consiguiente, de una solidaridad necesaria» (26).
3.- «Hoy, quizás más que antes, los hombres se dan cuenta de
tener un destino común que construir juntos» (26)
4.- «Todos somos testigos de los tristes efectos de esta ciega
sumisión al mero consumo» (28).
5.- «Una de las mayores injusticias del mundo contemporáneo
consiste precisamente en esto: en que son relativamente pocos los que poseen
mucho y muchos los que no poseen casi nada» (28).
6.- «El mal no consiste en el ‘tener’ como tal, sino en el poseer
que no respeta la calidad y la ordenada jerarquía de los bienes que se tienen»
(28).
7.- «Pero al mismo tiempo el hombre debe someterse a la
voluntad de Dios, que le pone límites en el uso y dominio de las cosas» (29).
8.- «La interdependencia debe convertirse en solidaridad, fundada
en el principio de que los bienes de la creación están destinados a todos»
(39).
VII.- REFLEXIONAR
Y COMENTAR
1.- En tu vida privada y social, ¿tu tienes como punto de
referencia, la «pobreza de espíritu», o tienes el «situarte» en la sociedad,
ganar dinero, disfrutar mucho y compartir menos?
2.- ¿Considera tus bienes (económicos,
intelectuales, artísticos, cristianos...) como cosas tuyas y para tu servicio
exclusivo o como dones de Dios al servicio también de los demás?
3.- Consideras como auténtico apostolado hablar de «solidaridad»,
de «compartir» de la jerarquía de valores, de las grandes diferencias sociales,
del bien común, de los pobres que se hacen más pobres y los ricos más ricos...?
¿Lo haces?
4.- Estarías dispuesto a ayudar económicamente,
con tu sobrante, a algún familiar, pariente o amigo en una crisis económica o
preferirías dar una limosna y desentenderte de ayudar al más cercano, que puede
ser un familiar?
5.- ¿Cómo puede descubrir la gente que tú tienes metido en el
corazón, el lema de Don Bosco: «Da mihi ánimas caetera tolle» («Dame almas y
llévate todo lo demás»).
No hay comentarios:
Publicar un comentario