“DA
MIHI ANIMAS, CAETERA TOLLE” (I)
I.- A M B
I E N T A N D O
1.- El lema de Don Bosco en latín es: «Da mihi ánimas, caetera
tolle», y en castellano: «Dame almas
y llévate todo lo demás». Y en un lenguaje más actual por: «Sólo las personas
importan, lo demás sobra».
2.- El lema tiene dos partes:
· primera: «dame almas», la acción, la primacía de lo
espiritual sobre lo material, la potencia para hacer el bien... (lo exponemos
aquí).
· Segunda: «Llévate todo lo demás»: el desprendimiento
radical de las cosas terrenas; el no apegarse a ellas, el usarlas con vista a
la eternidad. (lo exponemos en otra hojita)
3.- El lema es la síntesis espiritual y apostólica de Don
Bosco. Es su columna vertebral, su eje, su programa de vida, su opción
fundamental. El móvil y el motor de su caridad pastoral. El dinamismo ingenioso
de su celo. Toda su persona, sus
obras y actividades están en función de las almas.
4.- Esta «hojita» pone en tus manos este lema para que lo
recuerdes, conozcas mejor uno de los secretos de la actividad de Don Bosco, y sea
también para ti, en la medida en que te consideres de la Familia Salesiana,
como eje y columna vertebral de tus acciones.
II.-
VISIÓN COMPLETA
DEL LEMA
1.- En el orden lógico, la parte más importante del lema es la
parte positiva («dame almas»), pero para llegar a vivirlo, es preciso
empezar por poner en juego la segunda parte: el desprendimiento de las cosas
terrenas. («llévate todo lo demás»).
2.- La búsqueda sincera y permanente de hacer el bien es
directamente proporcional al desprendimiento de todo lo terreno. A más
desprendimiento, más búsqueda de almas.
3.- Este lema, tiene profundas raíces en el evangelio, tanto en su
parte positiva he venido a salvar como en su parte negativa no se
puede servir a Dios y al dinero.
4.- El Dame almas, llévate todo lo demás» es la visión
salesiana del he venido a salvar (Jesucristo), del desprendimiento de
las criaturas (Tissot), del uso recto de las cosas creadas (San
Ignacio de Loyola), del desasimiento radical de las criaturas (San juan
de la Cruz), de ser nada (Sor Ángela de la Cruz).
5.- Con el «Da mihi ánimas» no se puede hacer distinción
alguna. Entran todas las almas. Entran todas las personas, aunque Don Bosco se
proyecta de forma mas explícita a los jóvenes más abandonados y a las clases
populares.
III.- EL
LENGUAJE:
«DAME
ALMAS»
1.- El hablar de las almas más que de las personas es la terminología
propia del siglo XIX. Son frecuentes encontrar las expresiones, en ese
siglo, de: «preocuparse por los asuntos del alma», «salvar el alma», «salvar
almas...»
2.- Su traducción al lenguaje de hoy sería:
«hacer el bien a las personas», «formar hombres nuevos», «educar jóvenes en el
uso responsable de la libertad», «resaltar los valores del espíritu»,
«manifestar la supremacía de lo espiritual sobre lo material», «impregnar la
sociedad de los valores del evangelio», «mirar a la eternidad», «ordenar el
mundo actual según lo quiere Dios»... Todo eso lleva dentro el Dame almas.
3.- A Don Bosco, la fuerza de su «Dame almas», le impulsaba
a buscar el desarrollo integral de los jóvenes. Y así, les daba de comer, los
alojaba, les proporcionaba un oficio o unos estudios para que se ganaran
honradamente la vida. Se preocupaba de su porvenir temporal (dándole un
oficio) y eterno («su alma que salvar»).
4.- Un lema práctico, no angelical, porque pretendía al mismo
tiempo, formar buenos cristianos y honrados ciudadanos, es decir,
hombres para el tiempo y para la eternidad.
IV.-
SENTIDO UNIVERSAL
DEL LEMA
1.- Don Bosco tuvo una actitud permanente de trabajar por la parte
espiritual de los jóvenes y de las personas que formaban las clases populares.
En ellos y en ellas se volcó de corazón.
2.- «Hablar del alma» era una cosa habitual en él. Era como
querer recordar a todo hombre, en este mundo tan materializado, que lo más
importante era su dimensión espiritual. Dimensión espiritual que muchos jóvenes
tenían abandonada y a otros les era desconocida.
3.- Don Bosco le hablaba del «alma que salvar» lo mismo a
los jóvenes, que a los ministros, cocheros, generales, cardenales, marquesas...
Para todos tenía una palabra espiritual. No hacía distinción.
4.- Se explica esa «manía por las almas» porque poseía una
disposición habitual (aprendida en la oración) de transmitir a los demás el
mensaje del evangelio: La Paternidad de Dios, la grandeza de estar en
gracia, la obra de la redención de Jesús, la fuerza de los Sacramentos, la
trascendencia de la vida...
5.- Dicen, jocosamente, que los Salesianos toman por la mañana un
buen plato de «dame almas» y por la noche otro de «llévate todo lo
demás» y ... ¡a correr!
V.-
FAMILIARIZARNOS
CON EL
«DAME ALMAS»
1.- En el corazón de todo devoto de Don Bosco debe existir, un
poco o un mucho, del «Dame almas». Por ahí conocerás si eres verdadero
devoto de San Juan Bosco: si te preocupas de buscar almas, hacer el bien a
las personas, evangelizar.
2.- Es imposible que el que tenga descuidado los asuntos d su alma
(expresión de Don Bosco) se preocupe de las almas de los demás. Nadie puede
dar lo que no tiene.
3.- Para vivir el Dame almas es necesario cultivarse
espiri-tualmente: participar en la Eucaristía dominical, recibir los
Sacramentos, dar testimonio de vida, cumplir el propio deber....
4.- Toda actividad que ejerzas tú personalmente, o tu
Asociación de Cooperadores, de AA.AA. o de María Auxiliadora debe ser impulsada por el Dame almas,
por hacer el bien.
5.- Todo el que lleva dentro el espíritu de «Dame almas»
expresa, con naturalidad los valores del evangelio en su entorno.
6.- Si Don Bosco dijo a un Ministro: «No olvide
V. Sr. Ministro, que Don Bosco es siempre sacerdote», tú debes decir: «No
olvide Vd., amigo mío, que yo soy siempre cristiano».
VI.-
ANÉCDOTA:
DON
MANFREDINI
1.- Todos cuantos conocieron a D. José María Manfredini, SDB, se
quedaban admirados del mucho amor que profesaba a don Bosco. Y era natural: Don
Manfredini conoció a Don Bosco. Y esto explica lo muchísimo que hablaba de
él.
2. Don Manfredini era un hombre sencillo, austero, santamente
ingenuo. Se dejaba querer. Fue inspector de Madrid y Sevilla
3. Un día, hablándoles a los Salesianos jóvenes, recién profesos,
les decía, con sus 80 años, con fuerza y con su voz potente:
Mirad, los Salesianos somos hombres austeros.
Espartanos. Y si un día llegamos al comedor y no hay nada que comer, porque
somos pobres, hacemos un poco de gimnasia y nos vamos otra vez a trabajar por
las almas.
4.- La anécdota no tiene desperdicio Expresa el espíritu de
Don Bosco. Lo retrata. El desprendimiento de l terreno, en ese caso de la comida, y el celo por
trabajar en favor del Reino de Dios después de hacer un poco de gimnasia,
constituyen la «columna vertebral» del Salesiano y que Don Manfredini, de una
manera gráfica, quiso transmitírselo a aquellos jóvenes que habían optado por
seguir a Don Bosco.
VII.- PARA
REFLEXIONAR
Y DIALOGAR
1.- ¿Haces objeto de meditación el «Dame almas
y llévate todo lo demás»?
2.- El «Dame almas», ¿significa ser apóstol, ser misionero, ser evangelizador...?
¿Por qué?
3.- ¿Hasta qué punto «obliga» este lema a los
miembros de la Familia Salesiana?
4.- ¿Puedes citar algunos ejemplos de cómo este lema inspiraba a
Don Bosco en su actuación?
5.- ¿Conoces el diálogo de Don Bosco con
Domingo Savio con motivo de este lema?
6.- El hombre de hoy, ¿está más preocupado de los bienes
materiales o de los espirituales?
7.- Las
obras de Don Bosco: Oratorios, Colegios, Talleres, prensa, misiones,
vocaciones, Cooperadores, AA.AA. Asociación de María Auxiliadora, e incluso la
música, teatro, juegos... ¿tiene mucho que ver con el «Dame almas»? ¿Se puede
afirmar que son productos de su lema? ¿Por qué?
8.- ¿En la actualidad, tal como lo hemos explicado, sirve el lema
de Don Bosco? ¿Por qué?
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