Pedro nace en Córdoba el 23 de Julio de 1967, por lo que este año cambia de década. Ejerce la profesión de abogado en su propio despacho. Está casado y Dios los bendijo con un hijo, que llegó a las 12 años de casados.
Inicia su andadura en Antiguos Alumnos en el curso 1998-99 como Secretario de la Junta Regional, tras ser llamado por Paco Bellido para sustituir a un miembro de Junta, función que siguió desempeñando, siendo presidente, Manolo Muñoz, hasta la unificación de las Inspectorias de Córdoba y Sevilla en 2007, donde es elegido Presidente Regional, servicio que ha prestado hasta el 2015. Actualmente es consejero tanto a nivel local como a nivel regional.
¿PEDRO, POR QUÉ ERES ANTIGUO ALUMNO DE DON BOSCO?
Soy Antiguo Alumno de Don Bosco porque lo siento como una vocación más allá del hecho de haber participado en una obra salesiana. Siempre me he identificado como un salesiano cooperador que trabaja en el mundo de los AA.AA.DB., si bien la identidad y el sentido de pertenencia a la gran Familia Salesiana la vivo desde el movimiento exalumnal.
¿CÓMO ENTRASTE EN EL MUNDO DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS?
Llegué al
Colegio Salesiano de Córdoba con 14 años, para estudiar el Bachillerato. Pese a
no tener ningún antecedente salesiano en mi familia, mis padres querían que
estudiara allí. Desde el momento en que empecé a conocer a Don Bosco en los
“Buenos días”, me enganchó su historia y su forma de educar, por lo que los salesianos
de aquél momento se ganaron mi corazón para la Familia Salesiana. Hice el
proceso formativo del VIDA (el equivalente ahora a SAL-TERRAE), fui animador
durante casi 10 años. Cuando terminé mi proceso en el VIDA 4, antes de iniciar
la universidad, decidí hacerme salesiano cooperador. Tras un periodo de
formación como aspirante con muchas vicisitudes (llegamos a estar sin animador
casi un año), y donde empezamos 16 compañeros, al final hicimos la promesa 3,
de los cuales actualmente soy el único que sigue vinculado a la “vida activa
salesiana”.
Evidentemente,
cuando empiezas la vida fuera del colegio, en la universidad, te alejas un poco
de la vida del colegio, por lo que cuando -ya recién casado-, cuando Paco
Bellido me llamó para prestar servicio como Secretario Regional en los
AA.AA.DB., me pregunté “¿qué mejor sitio
para llevar lo salesiano a la sociedad?, así que no me lo pensé y acepté… y
hasta hoy.
Como Secretario Regional en el Consejo Regional 2004 en Las Palmas |
¿TE HA MARCADO ALGÚN SDB O A.A.DB. PARA ESTAR DENTRO DEL MOVIMIENTO DE LOS AA.AA.DB.?
Sin duda
alguna hay muchos salesianos que recuerdo, algunos ya no están aquí con
nosotros, pero los sigo teniendo presentes en mis oraciones. Recuerdo con gran
cariño a D. Luis Fernández (el Willy), quien me enseñó a conocer a Don Bosco y
con quien comencé a viajar al extranjero; a D. Antonio Márquez (el Baretta),
quien me hizo aprender de los autores clásicos y el gusto por el latín; a D.
Marcelino Carreto, quien me animó a profundizar en mi vocación salesiana. Por
otra parte, no olvido a D. Francisco Fernández (Paco Mármol), quien me ha enseñado
con su amistad lo que es la asistencia salesiana; a D. Francisco Ruiz Millán,
quien me ha acompañado siempre con su amistad; a D. Miguel Aragón, auténtico management de empresas dirigiendo y
animando el patio de un colegio salesiano; a D. Abel Medina, que es ejemplo de
obediencia y salesianidad; a D. Pedro Ruz, la vitalidad y la fuerza arrolladora
salesiana en persona, y a D. Jesús Guerra, auténtico valor salesiano: prudente,
servicial, trabajador, consejero, presencia continua, el que sabe estar en cada
momento.
Mención aparte
tengo para mi amigo D. Eusebio Muñoz, con quien la vida me ha llevado a pasar
muy buenos momentos 30 años después de salir del colegio. Fue mi profesor de
matemáticas y animador del VIDA. Siempre nos hemos tenido en gran estima, y
–por mis estudios en Roma estos últimos años- hemos tenido ocasión de una mayor
cercanía desde la madurez. Gracias a él sé en qué consiste y cómo se vive el
Sistema Preventivo en su plenitud.
En cuanto a
seglares tengo que mencionar a mis compañeros de fatigas y de viaje en esta
maravillosa aventura que se llama Antiguos Alumnos de Don Bosco durante todo
este tiempo, todos y cada uno de ellos me ha enseñado a ser mejor cristiano y
mejor salesiano. Pero no puede dejar de nombrar al Antiguo Alumno de
referencia, D. Rafael Millán Romero, mi amigo, hermano, padre, consejero,
compañero…
Grupo de representantes de ambas Inspectorias preparando la Unificación (Sevilla, 2006) |
ERES MIEMBRO DE LA JUNTA REGIONAL, ¿CUÁL ES TU SERVICIO Y EN QUÉ CONSISTE?
Después de
17 años en la Junta Regional, 9 como Secretario y 8 como Presidente, llegó mi
momento de dar un paso atrás. Sin embargo, Diego Aragón quiso seguir contando
conmigo en la Regional, esta vez como Consejero, aunque con una participación
menos activa en cuanto a reuniones y presencia en distintas localidades y
asociaciones, pero intensa en cuanto a encomiendas que me hace,
fundamentalmente legales, normativas y de funcionamiento organizativo. Asisto
presencialmente cuando me llama, a los encuentros regionales y, normalmente, a
las reuniones de Junta Regional trimestrales, que son con todos los miembros.
Debo decir
que me siento muy tranquilo porque la actual Junta Regional está trabajando muy
bien. Ya recorrimos el inicio del camino tras la unificación, y ahora se trata
de ir, asentando, avanzando y mejorando aquellas cosas que sean posibles de
mejora. Una tarea que no es nada fácil, pero hay un equipo de trabajo muy
competente, capacitado y con muchas ganas. Sólo me queda a seguir animándoles
para que sigan por ahí.
Representantes de las Asociaciones Locales adheridas en el nacimiento de la nueva Federación Regional (Utrera, 2007) |
Según mi
opinión, la tarea más gratificante es ver cómo se trabaja en equipo, cómo todos
se sienten protagonistas en las tareas que se realizan, cómo el grupo es uno
más, y eso es muy difícil de lograr si no hay un líder que sepa aunar las
distintas personas que lo conforman. Diego Aragón está haciendo un trabajo muy
bueno, y Javier Marqués –como lugarteniente- lo está bordando. Estoy convencido
de que tenemos un buen futuro.
Las cosas
más ingratas son aquéllas que nos hacen crecer más, porque de lo malo sólo hay
que quedarse con lo bueno que tenga, aunque sea la experiencia, desechando todo
lo demás, por eso no voy a añadir nada más.
Con D. Ángel Fernández Artime el primer día que se presentó en la Universidad Pontificia Salesiana como nuevo Rector Mayor (Roma, 2014) |
¿COMPAGINAS BIEN EL DÍA A DÍA ENTRE LOS AA.AA.DB Y LA FAMILIA? ¿CÓMO LO CONSIGUES?
Continuamente
doy gracias a Dios por haberme regalado una buena esposa, quien ha sabido
aceptar y comprender mi tarea y mi vocación. Es cierto que por mi servicio en
la Junta Regional he hecho muchos kilómetros y he pasado fuera de casa muchos
fines de semana, pero si la persona con la que compartes tu vida tiene unos
valores similares a los tuyos, sabe que se trata de un servicio vocacional que
enriquece el matrimonio, lo que no hace sino sumar en lugar de restar.
Con su hijo en el altar de Don Bosco y Domingo Savio (Basílica del Sacro Cuore, Roma 2016) |
Realmente
han sido unos años de trabajo duro, cansado en ocasiones, pero lo he conseguido
compaginar priorizando las tareas a realizar. Cada cosa en su momento y lugar:
familia, trabajo y AA.AA.DB. Don Bosco decía “nuestro mayor enemigo es la pereza; combatámosla sin descanso”,
pues de eso se trata, aunque sin olvidar que también decía “el descanso nunca significa pereza”.
Ser Antiguo
Alumno de Don Bosco es una vocación. No podemos obligar a nadie elegir algo que
se ha de sentir, que se ha de vivir, que se ha de experimentar. Son sentimientos
y emociones de cada uno, con la intensidad de cada uno, al nivel de cada
persona. Yo no puedo pretender que todos los que han pasado por una obra
salesiana “sientan los colores de los AA.AA.DB.” de la misma manera que yo, en cómo
han marcado mi vida, sólo puedo transmitir mi ejemplo como salesiano Antiguo
Alumno de Don Bosco, ofrecerles mi asociación, y ya el Señor se encargará de
llamarles para participar en la Familia Salesiana y en la Iglesia a través de
nuestro grupo.
Ser Antiguo
Alumno de Don Bosco hoy es una necesidad eclesial y social, debemos asumir
nuestra responsabilidad como cristianos en los ambientes que nos rodean
(familia, trabajo, amigos…), ser valientes en llevar los valores cristianos con
estilo salesiano allá donde vayamos.
¡Pues claro
que merece la pena ser Antiguo Alumno de Don Bosco hoy!
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