¡Gracias! ¡Muchas gracias! … por
volver a hacer realidad un año más una tradición hecha compromiso durante el
tiempo de Cuaresma. Una historia que comenzó a escribirse en el año 1947 y que
setenta años después sigue viva gracias a la generosidad de muchas personas que
dedican múltiples horas de su tiempo libre a esta actividad teatral que
pretende ser catequesis en la sociedad a la que pertenecemos.
Después de un año de descanso y
como clausura de la celebración del centenario de nuestro grupo de teatro, un
importante reto se presentaba no sólo para los responsables de esta actividad,
sino para todos aquellos que de una forma u otra han colaborado a que AGNUS DEI
La Pasión se hiciera realidad con seis representaciones en el teatro María
Auxiliadora del Colegio Salesiano de la Trinidad.
Nuevo guión, nueva producción,
nueva escenografía, nueva dirección e incorporación de nuevos actores,
configuraban un proyecto atractivo y complejo al mismo tiempo, que aceptó la
junta directiva para seguir haciendo historia en la larga actividad teatral de
nuestra Asociación de Antiguos Alumnos y Antiguas Alumnas de Don Bosco.
Por tanto para que AGNUS DEI La
Pasión se pudiera representar los días programados de la Cuaresma, han sido
necesarias muchas puntadas por parte de muchas personas, a los que hemos de
agradecer su generosidad y entrega por la consecución del objetivo que se había
presentado en su momento a todos los asociados. Muy justo se llegaba al cuatro
de marzo, fecha del estreno, pero con el compromiso y la voluntad de todos,
comenzaba el ciclo de seis representaciones que componían la cita.
No puedo ser objetivo en la
valoración teatral de AGNUS DEI, ya que he formado parte del elenco y por otra
parte desde las cajas del escenario, donde he estado en las representaciones,
difícilmente se pueden apreciar aspectos tan importantes como la plasticidad,
la interpretación y el mensaje a transmitir. Creo que los espectadores con toda
seguridad habrán podido valorar el trabajo realizado y el resultado final de la
obra, que entiendo como el comienzo de un nuevo ciclo.
Si quiero destacar la convivencia
del grupo alrededor de La Pasión. Ha habido tensión, compromiso, ayuda mutua,
respirándose un clima de entrega por parte de todos, como ya había ocurrido en
ediciones anteriores, pero yo al menos estoy especialmente satisfecho del
comportamiento e integración de todas esas personas que han llegado al grupo en
distintas funciones y que según he podido oírles se sienten especialmente
contentos de las vivencias de estos meses de trabajo.
En definitiva, creo que el grupo
no sólo es teatro, sino sobre todo fraternal convivencia. Si ambos aspectos se
unen podemos decir que la misión se ha cumplido y que estaremos presto para que
en el futuro podamos seguir haciendo historia, como se ha hecho en el siglo que se ha escrito.
Por José Luis Osorno Codesal
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