LOS SUEÑOS DE LOS JÓVENES PARA SÍ MISMOS
Con motivo de la celebración del bicentenario del Sueño de Don Bosco a los nueve años se ha realizado un Sínodo Salesiano de los Jóvenes en Valdocco - Colle Don Bosco, durante los días del 11 al 16 de Agosto de 2024. A continuación el punto 1 del documento final:
RELACIÓN CON DIOS
Soñamos con establecer un vínculo íntimo con Dios, la fuente inquebrantable de esperanza e inspiración, que puso Su deseo en
nuestros corazones a través de nuestros sueños.
A través de esta relación con Dios, vemos el poder de los sueños
para abrir nuestros corazones a Dios, ayudándonos a encontrar
nuestra dirección en la vida y a establecer relaciones auténticas
que no sean autorreferenciales para convertirnos en personas convencidas de ponernos al servicio de los demás. Esperamos que esta
base también nos ayude a establecer relaciones sanas con nuestra
familia, amigos y otras personas que puedan ayudarnos a realizar
nuestros sueños.
FE
Soñamos con anclar nuestras aspiraciones en la fe, creyendo en el
poder transformador de la oración y del Evangelio a través de los
cuales los sueños se convierten en metas alcanzables.
Deseamos utilizar nuestra comunidad de fe, la devoción a María y el
compromiso continuo con la oración y los sacramentos para mantenernos motivados en nuestra vida espiritual y cumplir nuestros
sueños a través de la gracia que los ilumina.
SANTIDAD
Creyendo que la santidad y la vocación son dos caras de la misma
moneda, soñamos con vivir una vida gozosa que se caracterice
por la santidad, cuyo fundamento radica en la capacidad de mirar
nuestra vida con los ojos de Dios, según los principios del amor
y la entrega. Es un tipo de vida que, a través de pequeños pasos
diarios en comunión con Dios, conduce a la verdad y a la salvación
de las almas.
Soñamos con jóvenes que trabajen en red para tender siempre la
mano a los más débiles, fortalecerlos y caminar juntos para alcanzar
la meta común de la perfección y la santidad.
VIVIR Y EDUCAR AL ESTILO SALESIANO
Reconocemos el gran don de ser animadores y animadoras juveniles salesianos y soñamos con ser como Don Bosco en la educación
de los jóvenes en el carisma salesiano, utilizando el Sistema Preventivo para trabajar con nuestros compañeros jóvenes.
Para ello, soñamos con estar acompañados por los SDB, las FMA,
los miembros de la Familia Salesiana y otros jóvenes que, viviendo como figuras de referencia que promueven el sentido de la vida
desde la experiencia de fe, nos permitan apuntar alto y mostrar la
presencia de Dios en nuestra relación con los demás.
VOCACIÓN
Soñamos con encontrar y vivir el sueño y el camino que Dios ha
preparado para cada uno de nosotros: nuestra vocación. Para lograrlo, necesitamos comprender el sentido de la vida y la voluntad
de Dios para nosotros aquí y ahora, en su plan global para la sociedad y la Iglesia, y en un diálogo que respete siempre nuestra
libertad personal.
Seguramente, experimentamos dudas al tratar de descubrir nuestra verdadera identidad, nuestro potencial, limitaciones y fortalezas. Por eso, buscamos modelos alegres que nos acompañen
personal y espiritualmente, que intenten, en la medida de sus posibilidades, vivir auténticos valores humanos y cristianos en los distintos estados de vida.
Soñamos con una Iglesia que sea una familia que difunda el amor de
Dios, que sepa escucharnos y acompañarnos personal y espiritualmente en la realización de nuestras vocaciones, que nos muestre ejemplos de vida buena y alegre, y que nos infunda confianza y esperanza en el Señor. Ayuda empezar por hacer de nuestras propias
familias un ambiente de amor y acogida cimentado en Cristo, y un
testimonio de coherencia y servicio a los demás.
PROFESIÓN
Soñamos con obtener profesiones que reflejen nuestros sueños y
no nazcan de la presión de la sociedad para perseguir sólo la riqueza material. Una profesión que se logre a través del trabajo duro,
la paciencia y el apoyo de nuestras comunidades, y que se inspire
en nuestros sueños para que se convierta en una oportunidad de
compartir nuestros dones.
FORMACIÓN
Soñamos con una formación espiritual y profesional de calidad y accesible a todos, que integre nuevos procesos y experiencias a la luz
del carisma salesiano. Queremos adquirir conocimientos y habilidades a través del estudio, la formación, la determinación inquebrantable y el desarrollo de la resiliencia para hacer realidad nuestros
sueños, poner rumbo a nuestras vidas y dar nuestra contribución a
la construcción de la Iglesia y la sociedad.
FAMILIA
Soñamos con construir una familia estable y feliz. Queremos vivir
cómodamente más allá de la estructura física de nuestras casas, en
hogares que se caractericen por la fecundidad y el amor recíproco.
Soñamos con crear nuestras propias familias que den sentido a
nuestras vidas y cumplan los planes de Dios. Con determinación y
esperanza de una vida más digna, nos gustaría transformar nuestros hogares en hogares fuertes en valores educativos y evangélicos para marcar la diferencia en el mundo.
PARTICIPACIÓN Y ASISTENCIA POLÍTICA
Soñamos con una sociedad más justa y equitativa, que trabaje por
la dignidad humana y los derechos humanos a través de la creación
de políticas públicas para un futuro más digno para nosotros y las
futuras generaciones, donde los grupos políticos dejen atrás la corrupción y se esfuercen para que todos los ciudadanos -incluidos los
jóvenes- puedan tener estabilidad económica y política, así como
oportunidades para viajar por placer y no emigrar por obligación.
CASA COMÚN
Soñamos con que sea una misión permanente en la vida cuidar
nuestra casa común, tanto en el medio ambiente como en las personas que nos rodean, porque entendemos que todo es obra de
Dios y que proteger su obra, es agradecerle y honrarle.
PROTAGONISTAS DE UNA COMUNIDAD
Y UNA SOCIEDAD SOLIDARIAS
Soñamos con crear entornos seguros para los jóvenes, donde se
les apoye para que sueñen sin reservas ni juicios. Esperamos que
las situaciones difíciles nos recuerden seguir y cumplir nuestros
sueños y asegurar que las futuras generaciones no experimenten
lo mismo. Soñamos con ser protagonistas, ejemplos y apóstoles de
una cultura del cuidado que promueva las relaciones sanas, la alegría, la autenticidad, la responsabilidad emocional, la salud mental,
la empatía, la felicidad y la capacidad de influir positivamente en los
demás, aprendiendo a amar y a ser amados.
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