BLOQUE 3 - LA FAMILIA
TEMA 7º
LA FAMILIA, IGLESIA DOMÉSTICA
En
una afortunada definición, la familia cristiana ha sido considerada como Iglesia doméstica, porque la familia
cristiana es un lugar propicio para realizar una intensa vida de Iglesia.
En primer lugar, la familia
cristiana reafirma la centralidad de
Dios en la vida. El que nos ha creado, nos conserva en la vida, nos
acompaña siempre y, permanentemente, nos salva. Es el amigo poderoso que nunca
falta a la cita y nos ha traído a este mundo para que participemos en su
historia de amor por la humanidad.
En la familia cristiana se actualiza
la afirmación de Jesucristo asegurando que donde dos o tres personas se reúnen
en su nombre El está en medio de ellas.
Esta presencia real de Jesucristo en su grupo se convierte en alimento para la
familia. De esta presencia recibe la luz y la fuerza precisas para construir,
cada día, la vida familiar y convertir a sus miembros en testigos de esta
presencia ante los demás.
En la familia se realiza, de una
manera significativa, la experiencia de
fraternidad por la que apuesta la Iglesia.
Las personas que Dios pone a nuestro lado son hermanos con
quienes compartimos la vida. En el entorno familiar la fraternidad cobra una
importancia decisiva, desarrollando en las personas actitudes internas que
marcan su existencia y su estilo de relaciones con los demás. En estas
relaciones, los miembros de la familia cristiana descubren que, efectivamente,
Dios está entre ellos, porque se han reunido en su nombre y se consideran
hermanos.
Por otra parte, la familia cristiana
es el grupo en el que se preparan, se celebran y se concretan los grandes
misterios de la fe cristiana como son los sacramentos. La vida de la familia
cristiana se convierte en un lugar donde se celebra una auténtica liturgia porque en ella se cuenta siempre con Dios y se
bendice su presencia en lo cotidiano de la existencia.
Finalmente, la familia cristiana se
preocupa por la vida de la
Iglesia y se compromete
con el entorno social en que vive. Dedica tiempo a construir la Iglesia y participa en la
construcción de la sociedad participando en acciones que la mejoran y
comprometiéndose en esta tarea realizando un trabajo profesional serio y
responsable.
Se puede decir que la familia
cristiana es una pequeña Iglesia en
la que se vive la fraternidad evangélica, se celebra una permanente acción
litúrgica y se sirve a los demás, porque Dios tiene una presencia decisiva en
ella y sus miembros se dejan evangelizar por la Buena Noticia.
La familia cristiana nos permite
realizar la primera y decisiva experiencia de Iglesia. Situando a Dios en el
centro de su vida, sus miembros van experimentando la grandeza de una fe
compartida y el valor del grupo. En la familia cristiana sus miembros están
llamados a ser, como la
Iglesia, sacramentos de salvación para los hombres y mujeres
de nuestro tiempo.
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1.-¿Qué cosas concretas podemos hacer para que nuestra familia sea,
cada vez más, una auténtica iglesia doméstica?
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