EL LEGADO FORMATIVO DE D. EUSEBIO A LOS AA.AA.DB. - Nº 12

 

BLOQUE 3 - LA FAMILIA

TEMA 4º

LA FAMILIA Y LA VIDA CRISTIANA

 

          Las personas necesitamos referencias cercanas para personalizar valores. Precisamos tener a nuestro lado a personas y grupos que apuestan por una forma de vida que descubrimos que vale la pena y nos ayuda a hacer elecciones valiosas para nosotros y para los demás. 

            En la experiencia de la fe cristiana este hecho es decisivo. La familia puede ser la pieza clave para que sus miembros expresen la fe, la transmitan y la desarrollen. En la familia cristiana se viven opciones importantes de la fe y se configura la personalidad creyente de sus miembros. 

            Una familia que se deja evangelizar ayuda a sus miembros a que sean conscientes de su fe y maduren su opción evangélica. En la familia cristiana se realiza un auténtico itinerario de fe. En ella se prepara el encuentro con el Señor de la vida y se organiza la existencia desde la experiencia de este encuentro con Dios. 

En la familia cristiana tomamos conciencia que Dios nos sale al encuentro porque le interesa nuestra persona. Al abrirle las puertas de nuestro corazón interiorizamos el amor personal que Dios nos tiene. Junto a personas que nos quieren nos damos cuenta que Dios ha apostado por nosotros y el amor de Cristo nos acompaña siempre. Nos ayudamos unos a otros a sostener el encuentro con el que, permanentemente, se nos acerca  para compartir con nosotros la vida. 

            Resulta normal que la familia cristiana sea una familia en la que se reza. Dios es siempre en ella una referencia permanente. En cada una de las situaciones por las que pasa la familia, la incorporación de Dios es, no sólo normal, sino decisiva para darle sentido. En la oración, en la reflexión y meditación sobre la Palabra de Dios, la familia hace posible que Dios y su Madre sean los mejores compañeros del camino. En la familia se comprenden mejor los sacramentos, se preparan y se ayuda a celebrarlos bien. 

            En la familia cristiana se realiza un permanente ejercicio de catequesis. En ella la vida de cada día se convierte en un lugar privilegiado para encontrarse con Dios. Este encuentro se interpreta y se enriquece con la ayuda de todos. Los miembros de la familia comparten la fe en un proceso permanente de comprensión de los contenidos del credo cristiano. La traducción concreta de la fe cristiana que hacen los creyentes en el seno de la Iglesia se facilita y se realiza en la familia cristiana. 

            Sobre todo, la familia cristiana se convierte en una permanente escuela de fe. Los componentes de la familia cristiana analizan juntos la realidad, disciernen lo que les pasa según el Evangelio, apuestan por los valores evangélicos y se ayudan y confortan en la experiencia evangélica que cada día realizan. 

En este proceso descubren, entre otras cosas, que es mejor amar que odiar, que vale la pena una vida entregada, que la limpieza interior es garantía de estabilidad. En definitiva, que el Evangelio y Jesucristo son el Camino, la Verdad y la Vida. Así se realiza en la familia la primera síntesis moral en que se concreta la interiorización que la persona hace de la permanente lucha que sostenemos entre el bien y el mal. Esta síntesis permite a sus miembros acudir a la cita de la vida con unos principios evangélicos convertidos en una forma de actuación cristiana que tienes capacidad para transformar a las personas y a la sociedad.

	1.-¿Qué podemos hacer para que en nuestra familia se realicen algunas de las propuestas que se hacen en este núcleo formativo?