BLOQUE 1 - ESPIRITUALIDAD
TEMA 3º
LA ESPIRITUALIDAD SALESIANA, UNA FORMA PARTICULAR DE SER
Las
personas que viven la espiritualidad salesiana afrontan la vida y el evangelio
de una forma particular.
Intentan vivir siempre cercanos a
Dios y, al mismo tiempo, cercanos a los demás. De manera particular, la
preocupación por salvar a los jóvenes ocupa en su vida un lugar privilegiado.
La cercanía a Dios no les aleja de la realidad, sino que los acerca a la misma.
De la mima forma que el trabajo de cada día no les separa de Dios sino que en
el trabajo, y en el encuentro con las demás personas, descubren a Dios y allí
se encuentran con El.
Centran su atención en lo que sucede
cada día. Les sucede lo mismo que a Don Bosco para quien “la vida de cada
día era para él el espacio natural del perfeccionamiento de todos los hombres,
el lugar de la respuesta a la vocación humana y cristiana” ( XXIV CG 97).
A Dios lo perciben presenten en
cuanto les sucede y se sienten invitados por El a participar en mejorar la
realidad. Entienden que el don tan grande que han recibido al nacer ha sido
para participar en la historia de la salvación, llevando el mundo hacia su
plenitud.
En la forma que estas personas
tienen de participar en esta espiritualidad subrayan unas opciones de fondo que
son las que constituyen lo que Don Bosco llamaba Sistema Preventivo.
Afrontan la tarea de cada día desde
la racionalidad. Entienden que Dios le ha dado la razón al ser humano para que
le de sentido a lo que hace y descubra el misterio y la perfección con que lo
ha hecho todo. Su apuesta por el sentido común, la lógica y el diálogo son
normales en cuanto hacen en su vida.
Una segunda elección que hacen es
incluir siempre a Dios en lo que hacen. Las actitudes personales que tienen y
los principios morales que rigen su actuación se fundamentan en la fe. Es la fe
cristiana la que les proporciona la energía interior que se precisa para
afrontar la lucha de cada día.
Finalmente, apuestan por la
amabilidad. Intentan ser amables con ellos mismos y con los demás. A su
alrededor se desarrolla el clima de bienestar que resulta normal cuando las
personas se sienten valoradas. La amabilidad genera confianza y termina
haciendo que las personas que apuestan por ella tengan, cada vez, mayor paz
interior.
Quienes viven esta espiritualidad
encuentran en “la razón, la religión y el amor” tres poderosas razones
para vivir. En estas tres orientaciones se concentra la espiritualidad de San
Juan Bosco y de sus seguidores.
1.- Subrayar lo que más os llama la atención sobre la
forma que tiene Don Bosco de vivir su espiritualidad.
2.- Elegir dos o tres opciones concretas que
enriquecerían el compromiso de los AA.AA. por la vida de cada día y su apuesta
por la racionalidad, la religiosidad y
la amabilidad.
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