“ALGUNAS
REFLEXIONES SOBRE EL BAUTISMO”
I.- INTRODUCCIÓN
1.- Es muy perjudicial, sobre
todo hoy, ser ignorante en materia cristiana, pero mucho más lo es no hacer
nada para salir de ella.
2.- No tener interés por salir de
la ignorancia contentarse con lo que ya se sabe, no querer ponerse al día ni
renovarse es muy perjudicial.
3.- Se advierten dos cosas
debido a esta ignorancia:
a) una paulatina pérdida de fe de
los cristianos y
b) una confusión alarmante al
valorar lo exterior (lo social) y no lo interior (lo eclesial) en todo acto
religioso: bodas, bautizos, 1ª comuniones...
4.- Esta «hojita» no va a
solucionar el problema de la ignorancia, de la rutina y del pasotismo, pero sí
puede, si tienes buena voluntad, ayudar a recuperar ideas importantes y
olvidadas sobre el bautismo.
5.- ¿Verdad que es correcto que conociendo las riquezas que
tú posees, como cristiano, se las deseas
transmitírselas a tus hijos?
El primer paso para incorporar a
tu hijo en la obra de salvación de Cristo es bautizarlo, sabiendo que, con
ello, le haces a tu hijo un regalo impresionante: lo haces hijo de Dios.
II.- UN NUEVO NACIMIENTO
1.- Es decisivo y fundamental
tener presente el profundo diálogo de Jesús con Nicodemo:
- «Rabí, sabemos que tú eres un
maestro venido de parte de Dios; nadie podría realizar los milagros que tú
haces si Dios no estuviera con él.
- Pues sí, te lo aseguro,
contestó Jesús, si uno no nace de nuevo, no podrá gozar del reinado de Dios.
- ¿Cómo puede uno nacer siendo
ya viejo? ¿Podrá entrar otra vez en el vientre de su madre y volver a nacer?,
respondió Nicodemo.
- Pues sí, te lo aseguro: A menos
que uno no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
De la carne nace carne, del Espíritu nace Espíritu. No te extrañes de que te
haya dicho: Tenéis que nacer de nuevo». (Jn. 3,2-8).
2.- Queda bien claro que en el
bautismo tenemos un segundo nacimiento: se recibe y se nace a una «nueva vida»:
la «vida misma de Dios» que se comunica al bautizado.
Para adquirir esa «vida nueva»,
para participar en esa «vida de Dios», los padres piden a la Iglesia, a la
comunidad eclesial parroquial, el bautismo para su hijo.
III.- UN POCO DE HISTORIA
1.- Principio fundamental: El hombre es el «único animal religioso»
y sabe, de una u otra manera, que viene de Dios y vuelve a Dios.
2.- La circuncisión: Los
niños israelitas mediante la circuncisión, entraban en el «Pueblo de Dios» y
participaban de los beneficios y obligaciones de la «alianza con Dios».
3.- El bautismo de Juan:
Juan Bautista bautizaba en orden al arrepentimiento y como preparación a la
venida del Mesías, de Jesús. No era el bautismo cristiano, pero hacía
referencia a él.
4.- El bautismo cristiano:
Este bautismo produce una «revolución» interior.
a) el bautizado se convierte en
el «hijo de Dios
b) queda misteriosa y
fortísimamente unido a Cristo («injertado en Cristo»), participando en su
pasión, muerte y resurrección
c) forma parte de la Iglesia, es
miembro de ella
d) recibe el don del Espíritu
Santo, y su cuerpo se convierte en
templo del Espíritu Santo.
El bautizado se hace miembro vivo de la
Iglesia perteneciendo, desde entonces, a la comunidad de personas creyentes y
se constituye en tu testigo y «predicador», en el mundo, de la Resurrección de
Jesús.
IV.- ¿BAUTIZAR,
Y NO EDUCAR EN CRISTIANO?
1.- Un niño nace y no se le
abandona. Los padres, como es natural, lo alimentan y lo educan dentro de la
familia.
2.- Un cristiano nace y no se le
puede abandonar en «su naciente vida cristiana». Los padres tienen que
alimentarlo cristianamente y educarlo dentro de la familia llamada Iglesia.
3.- No obstante, hay padres
que se desentienden de la formación cristiana del «nuevo cristiano». Lo dejan a
la interperie haciéndole imposible crecer en su vida cristiana.
4.- Lo mismo que hay niños que,
por dejadez de sus padres o, por lo que quiera que sea, no se desarrollan
culturalmente, existen niños bautizados que, por dejadez de su padres o, por lo
que quiera que sea, no se desarrollan como «hijos de Dios».
5.- De ahí la gran
responsabilidad de los padres en educar cristianamente a sus hijos.
¿Todos los que asisten al
bautismo de un hijo, familiar, pariente o amigo... sabe:
*
¿por qué se bautiza?
*
¿para qué se bautiza?
Estando atentos a la ceremonia se
aprende mucho del «por qué» y del «para qué» del Bautismo.
V.- ACLARANDO IDEAS
1.- Aclaremos. Los padres
llevan a su hijo a bautizar porque:
a)
creen que Cristo es Dios
b)
se sienten cristianos, afirmando que Cristo ha resucitado, y siguen sus enseñanzas
2.- Aclaremos: Los padres
llevan a sus hijos a la pila bautismal para tres cosas importantes:
a)
para hacerlo «hijo de Dios»
b)
para «injertarlo en Cristo»
c) para hacerlo miembro vivo de la Iglesia
3.- Aclaremos: El bautizo no es ir, llegar,
echar agua y marcharse. Es saber que este niño se ha transformado en un «hijo
de Dios» y que los padres lo educarán en la fe cristiana para que viva y crezca
como «hijo de Dios».
4.- Aclaremos: Conviene tener presente lo
que dice San Agustín: «Quien bautiza no es el sacerdote, sino es Cristo quien
bautiza». Significa que en la ceremonia bautismal Cristo se hace invisiblemente
presente recibiendo y bautizando al hijo.
VI.- PADRES, PADRINOS,
FAMILIARES, AMIGOS...
1.- Un bautizo no es sólo un
acontecimiento familiar, sino fundamentalmente es un acto cristiano, eclesial.
Toda la Iglesia se alegra de tener un «hijo de Dios» más.
2.- Si los padres, padrinos...
valoran y viven la fe cristiana, y se guían por el evangelio, el «nuevo
cristiano» irá creciendo en la fe.
3.- Pero si los padres,
padrinos... no valoran ni viven la fe cristiana, y dejan a un lado las
enseñanzas del evangelio... al nuevo cristiano le resultará muy difícil crecer
en la fe.
4.- «Los padres, afirma el
Concilio, son los primeros educadores de la fe de sus hijos» (LG, nº11). Si los
padres se preocupan de que coman bien, vayan al Colegio... porque son valores,
¿por qué muchos de ellos se desentienden de la formación cristiana, siendo ésta
un gran valor?
5.- Los padrinos no son
«figuras decorativas». Son personas que también se comprometen educar a su ahijado en la fe.
Es una gracia de Dios aprovechar
el bautizo de un hijo, hermano, pariente o amigo para «repasar» las riquezas
del bautismo y preguntarse: ¿Cómo valoro y vivo yo mi bautismo, mi fe cristiana?
VII.- PREGUNTAS
1.- ¿Sabes, con certeza, el
regalo tan grande que le vas a hacer a tu hijo al bautizarlo?
2.- ¿Te preocupas más de la
«fiesta social», que puede seguir al bautismo que profundizar en la
transformación que va experimentar
«interiormente» tu hijo?
3.- ¿Eres de los que bautizas
a su hijo y después te desentiendes de educarlo en la fe?
4.- Si llevas a tu hijo para que
ingrese en la Iglesia y se haga miembro vivo de ella, ¿tiene sentido el que los
padres, padrinos, familiares, amigos... vivan al margen de la Iglesia?
5.- Cuando asistes a un
bautizo, ¿sabrás revisar tu vida de fe y descubrir, más a fondo, que tú también
eres «hijo de Dios»?
6.- Un padre le decía a su hijo
de 4 años: «Tú tienes en el cielo un Padre, que se llama Dios, y te quiere
muchísimo más que yo». Esto, ¿se lo has dicho alguna vez a tu hijode tú a tú?
7.- ¿Sabes que tu hijo, al ser
bautizado, es más «hijo de Dios» que hijo tuyo?
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