LA LUZ
DEL CONCILIO VATICANO II
por L. V.
1.- TRES
AFIRMACIONES
1.- Una gran mayoría de cristianos no conocen los documentos del
Concilio Vaticano II, ni las riquísimas orientaciones que se dan a los
cristianos laicos. Lo cual es un «pecado».
2.- Todos los cristianos, sin excepción ,deberían esforzarse por
conocer estos documentos.
3.- Sacamos
del Concilio lo mínimo que podemos extraer para orientar a los cristianos.
II.-
PRINCIPIOS BÁSICOS ELEMENTALES
1.- La Iglesia ya no es concebida como
«sociedad perfecta», sino como «Pueblo de Dios».
2.- Este «Pueblo de Dios»
lo forman todos los creyentes en Cristo y todos poseen por igual,
gracias al bautismo, la dignidad más grande existente en el mundo: la «ser
hijos de Dios».
3.- La dignidad del Papa y Obispos le
vienen por su bautismo y no por su
servicio. Sobre ellos recaen, sí, una
enorme responsabilidad: servir a la santidad del «Pueblo de Dios».
4.- Este «Pueblo de Dios»
es un «Pueblo sacerdotal» porque sus miembros son sacerdotes: unos poseen el
‘sacerdocio común’ (los laicos) y otros el ‘sacerdocio ministerial’ (los
consagrados), llamados mejor, presbíteros».
5.- Todo los
miembros de este «Pueblo de Dios»están llamados a la santidad.
6.- Todos los miembros de este
«Pueblo de Dios» deben ser, por naturaleza y sin excepción, misioneros, es
decir, llevar el evangelio a todos los
rincones del mundo. Misioneros deben ser todos,
presbíteros y los seglares por
igual. La obligación y el derecho misionero nacen del hecho de estar
bautizados.
7.- «Los padres, afirma el Concilio, deben ser,
para sus hijos, los primeros y principales educadores de la fe». No los
segundos.
8.- La santificación se realiza meditando la Palabra de Dios,
participando en los Sacramentos de la Penitencia y Eucaristía, y con el
ejercicio de las virtudes, las buenas obras y el sentido misionero.
9.- La devoción a la Stma. Virgen, para ser
verdadera y auténtica, debe estar vinculada a Cristo y manifestarse dentro del
marco del «Pueblo de Dios», no al margen
de ellos.
10.- El «Pueblo de Dios» da
culto a Dios y, al mismo tiempo, se santifica y evangeliza, participando
activamente en los actos litúrgicos.
11.- En toda celebración litúrgica se encuentra
Cristo invisiblemente presente. Por eso
hay que llevar, acercar, devolver, la riqueza de la liturgia al pueblo e
inculcar al pueblo que participe activamente en los actos litúrgicos.
12.- La Iglesia, «Pueblo de Dios», está al servicio de los hombres
para ayudar a construir, con las enseñanzas de Cristo, la paz entre todos los
pueblos y la fraternidad universal.
13.- Pilar básico del Concilio, asumido por
todos los que formamos parte de la Iglesia, del «Pueblo de Dios», es: «que Dios
es Padre de todos los hombres y que todos los hombres somos hermanos», y
obramos, dentro de las debilidades humanas, en consecuencia.
14.- Son valores humanos, potenciados por el Concilio: la libertad
responsable, la veracidad de la información, la dignidad de la persona humana,
el derecho de todo hombre a la vida, al trabajo, a la vivienda, el respeto y
amor al adversario, el perdón...
15.- Es idea fundamental que «este Pueblo de Dios, conducido por
el Espíritu Santo, camina por la tierra
trabajando para que los hombres constituyan una sola familia y se traten
entre sí con espíritu de hermanos», y destacando que el destino último del hombre es la eternidad
feliz en la visión de Dios.
III.- PARA
PENSAR Y DIALOGAR
1.- ¿Conocías estas ideas del Concilio?
2.- ¿Qué idea te ha llamado más la atención?
3.- ¿Las asumirás? ¿Las darás a conocer?
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