4 de febrero de 2020

"LAS HOJITAS DE DON LUIS" - NÚMERO 229



LA LUZ DEL CONCILIO VATICANO II 
por L. V.


1.- TRES AFIRMACIONES

1.- Una gran mayoría de  cristianos no conocen los documentos del Concilio Vaticano II, ni las riquísimas orientaciones que se dan a los cristianos laicos. Lo cual es un «pecado».
2.- Todos los cristianos, sin excepción ,deberían esforzarse por conocer estos documentos.
3.- Sacamos  del Concilio lo mínimo que podemos extraer  para orientar a los cristianos.

II.- PRINCIPIOS BÁSICOS ELEMENTALES

1.- La Iglesia ya no es concebida como «sociedad perfecta», sino como «Pueblo de Dios».
2.- Este «Pueblo de Dios»  lo forman todos los creyentes en Cristo y todos poseen por igual, gracias al bautismo, la dignidad más grande existente en el mundo: la «ser hijos de Dios».
3.- La dignidad del Papa y Obispos le vienen  por su bautismo y no por su servicio.  Sobre ellos recaen, sí, una enorme responsabilidad: servir a la santidad del «Pueblo de Dios».
4.-  Este «Pueblo de Dios» es un «Pueblo sacerdotal» porque sus miembros son sacerdotes: unos poseen el ‘sacerdocio común’ (los laicos) y otros el ‘sacerdocio ministerial’ (los consagrados), llamados mejor, presbíteros».
5.- Todo los  miembros de este «Pueblo de Dios»están llamados  a la santidad.
6.- Todos los miembros de  este «Pueblo de Dios» deben ser, por naturaleza y sin excepción, misioneros, es decir,   llevar el evangelio a todos los rincones del mundo. Misioneros deben ser todos,  presbíteros y  los seglares por igual. La obligación y el derecho misionero nacen del hecho de estar bautizados.
7.- «Los padres, afirma el Concilio,  deben ser,  para sus hijos,  los primeros  y principales educadores de la fe». No los segundos.
8.- La santificación se realiza meditando la Palabra de Dios, participando en los Sacramentos de la Penitencia y Eucaristía, y con el ejercicio de las virtudes, las buenas obras y el sentido misionero.
9.- La devoción a la Stma. Virgen, para ser verdadera y auténtica, debe estar vinculada a Cristo y manifestarse dentro del marco del  «Pueblo de Dios», no al margen de ellos.
10.- El «Pueblo de Dios»  da culto a Dios y, al mismo tiempo, se santifica y evangeliza, participando activamente en los actos litúrgicos.
11.- En toda celebración litúrgica se encuentra Cristo  invisiblemente presente. Por eso hay que llevar, acercar, devolver, la riqueza de la liturgia al pueblo e inculcar al pueblo que participe activamente en los actos litúrgicos.
12.- La Iglesia, «Pueblo de Dios», está al servicio de los hombres para ayudar a construir, con las enseñanzas de Cristo, la paz entre todos los pueblos y la fraternidad universal.
13.- Pilar básico del Concilio, asumido por todos los que formamos parte de la Iglesia, del «Pueblo de Dios», es: «que Dios es Padre de todos los hombres y que todos los hombres somos hermanos», y obramos, dentro de las debilidades humanas, en consecuencia.
14.- Son valores humanos, potenciados por el Concilio: la libertad responsable, la veracidad de la información, la dignidad de la persona humana, el derecho de todo hombre a la vida, al trabajo, a la vivienda, el respeto y amor al adversario, el perdón...
15.- Es idea fundamental que «este Pueblo de Dios, conducido por el Espíritu Santo, camina por la tierra  trabajando para que los hombres constituyan una sola familia y se traten entre sí con espíritu de hermanos», y destacando que el  destino último del hombre es la eternidad feliz en la visión de Dios.

III.- PARA PENSAR Y DIALOGAR

1.- ¿Conocías estas ideas del Concilio?
2.- ¿Qué idea te ha llamado más la atención?
3.- ¿Las asumirás? ¿Las darás a conocer?



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