EN LA
IGLESIA HAY “ALGO” Y “ALGUIEN”
Por L. V.
I.- UNA DISTINCIÓN IMPORTANTE
1.- En la iglesia-templo hay «algo» y «Alguien». Toma nota.
2.- Hay un «algo», es decir, hay cosas como por ejemplo, los
muros, los altares, las imágenes, los cuadros, los techos o artesonados
artísticos, los arcos, las columnas, las alfombras, los capiteles, los cálices,
los copones, la pila bautismal, los paneles anunciando los cultos, la
lamparilla del Sagrario...
3.- En la iglesia-templo, existen, pues, muchas cosas, unas más importantes que otras
o más valiosas que otras, pero, al fin y al cabo, «cosas».
4.- Pero, sobre todo, en la Iglesia-templo hay un «Alguien»,
importantísimo que es la Persona de Cristo, que murió en la cruz y resucitó, y
está presente cuando se celebra la
Eucaristía y permanece después en el Sagrario.
5.- Entre las cosas más importantes de la iglesia-templo destacaría la «lamparilla del Sagrario»,
siempre encendida, pregonando la presencia de ese «Alguien», Jesús en el
Sagrario.
6.- Los que no son cristianos suelen ir a la iglesia-templo para
ver todo el arte y toda la belleza que tienen los templos cristianos. No
reparan en la presencia de Jesús. Y, a lo mejor, preguntan, por curiosidad, el
por qué de la existencia de esa lamparilla encendida.
7.- Es lamentable, o sería lamentable, que muchos cristianos, por ignorancia y no
por maldad, fueran a la iglesia-templo a visitar más a la imagen de Cristo
(algo) que a Jesús presente en el Sagrario («Alguien»).
8.- No es lo mismo hablar con la foto de mi padre (algo) que con
la persona de mi padre (alguien).
9.- Pues no es lo mismo hablar con la imagen de Jesús (algo)
que con la persona de Jesús («Alguien») en el Sagrario.
10.- La imagen de Jesús está en el altar mayor o en altar lateral,
pero la persona de Jesús («Alguien») está en el Sagrario, como indica la
lamparilla permanente encendida día y noche.
11.- Lo primero que debe hacer un cristiano, al entrar en la
iglesia-templo, es buscar en donde está el Sagrario (lo indica la lamparilla
encendida) para hacer la visita a ese «Alguien», para «echar un rato» con Jesús
presente, o como diría aquel buen hombre del pueblo al que le preguntaron qué hacía
ante el Sagrario: «echando un cigarrito con el Señor».
12.- Pues ya sabes: lo primero, ir al Sagrario a «echar un
cigarrito con Jesús», la expresión más sencilla y más llena de fe, que he oído
en mi vida. Y después... ir a la imagen o ver todos los rincones de la
iglesia-templo.
13.- Cada cristiano debe ingeniarse para sacar la conversación,
como si tal cosa y con toda naturalidad, para hablar (que es una forma
de instruir) de esta distinción entre el «algo» y el «Alguien»
existentes en la iglesia-templo.
14.- Estoy seguro que esta aclaración, manifestada en una simple
conversación, ayudaría a más de un cristiano a buscar a «Alguien», a la persona
de Jesús, en la iglesia-templo.
15.- No sólo el sacerdote sino todo cristiano debe predicar,
desde el púlpito de su conversación, en la familia, en el trabajo, en la
Hermandad, en la Asociación... esta
distinción fundamental.
II.- PARA REFLEXIONAR
Y DIALOGAR
1.- ¿Está bien que los cristianos vayan más a visitar la imagen
de su Cristo que al Sagrario? ¿Por qué? ¿Cómo lo puedes remediar?
2.- ¿Consideras que la
distinción, entre «algo» y «Alguien», puede ayudar a muchos cristianos a
centrar mejor su piedad? ¿Por qué?
3.- ¿Practicarás alguna
vez -y lo contarás- lo de ir al Sagrario «a echar un cigarrito con el Señor»?
4.- ¿Está en tus manos poder ayudar a familiares y amigos a que
vayan al Sagrario? ¿Cómo?
5.- ¿Qué anuncia la «lamparilla encendida» en la
iglesia-templo?
6.- ¿Entregarás esta
‘hojita’ a algún familiar o amigo? ¿Por qué? ¿Te resulta fácil o difícil?
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