22 de octubre de 2019

"LAS HOJITAS DE DON LUIS" - NÚMERO 144


2ª CARTA
JESÚS Y LA IGLESIA 
Por José Jiménez Font


I.- QUE NOS DICEN DE JESÚS
1.- En la primera carta hablamos de la confianza en Jesús. En ésta queremos recordar y afirmar que Jesús es la figura clave en el matrimonio. No es lo mismo celebrar y vivir el matrimonio con El que sin El.
2.- Una vez le preguntó Jesús a los apóstoles: “¿Quien dice la gente que soy Yo?¿Y vosotros, que decís?
Si nos preguntarán a cada un o de nosotros ¿que diríamos? Posiblemente diríamos el Hijo de Dios, nuestro Maestro, modelo, guía, salvador, amigo, centro de mi vida...
3.- Veremos primero lo que nos dicen de El la historia, los que le conocieron, los apóstoles, los evangelios...
4.- Nació pobre, de familia humilde, vivió en un país pequeño y sin importancia mundial, no escribió ningún libro, no fue en su tiempo un personaje de fama universal, ni un jefe político, ni un poderoso, sino que pasó como si fuera uno de tantos, igual a nosotros en todo, menos en el pecado.
5.- Sólo vivió 33 años. Treinta sin manifestar quien era, como un judío cualquiera, que llamamos vida oculta. Y tres recorriendo los pueblos de Palestina y dando a conocer su mensaje, que llamamos vida pública.
6.- De entre los que le siguen escoge a un grupo (los 12 Apóstoles) para prepararlos y que luego continúen la misión y la labor que El ha comenzado.
7.- Enseñó no sólo de palabras, sino con su vida. Ayuda, cura a enfermos, atiende necesitados, hace milagros, trata de que lo que predica se haga realidad. Es hombre coherente.

II.- LO QUE EL MISMO
NOS DICE
1.- Tiene clara conciencia de que ha sido enviado por Dios, por el Padre, y que viene a este mundo para cumplir la misión de salvar a la humanidad entera del pecado, para reconciliar al hombre con Dios y liberarlo. Por eso siempre hace la voluntad de Padre. (Jn 5, 36)
2.- Se proclama Hijo de Dios, igual al Padre, diciendo que los dos son una misma cosa, que están unidos y que trae la buena noticia de la salvación. (Jn 10, 24-38)
3.- Hablando de El mismo dice:
“Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”, (Jn 8, 12) “Yo soy el camino, la verdad y la vida.”. “Nadie puede llegar al Padre si no es por mí”. (Jn 6).
4.- Enseñó que Dios no es un ser lejano a nosotros, sino que es nuestro Padre, que nos ama, nos espera, nos acoge, nos perdona y nos ayuda.
Y nos dice que nos dirijamos a Él diciéndole: “Padre nuestro que estás en el cielo...” Por tanto, todos somos hijos de Dios y al ser hijos del mismo Padre, somos hermanos unos de otros y tenemos que sentirnos así.
5.- Predicó la llegada del Reino de Dios, que no es un territorio, sino un nuevo orden de cosas, unos valores que significan un estilo de vida. En aquella sociedad, como hoy la nuestra, había engaños, egoísmos, injusticias y abusos y violencias, y frente a esto, Cristo trae un Reino de verdad, amor, justicia y paz, que empieza en esta vida porque está dentro de nosotros. (Lc 17, 20-21)
6.- Trazó un programa de vida: las bienaventuranzas.

III.- CONSECUENCIAS DE SU MODO DE VIVIR
1.- No le fue fácil llevar a cabo la predicación de su mensaje, cumplir la voluntad del  Padre, realizar la misión que se le había confiado. Tuvo que sufrir y enfrentarse.
2.- En su pueblo, algunos no lo creen, lo rechazan, lo insultan y hasta lo quieren despeñar por un barranco. (Lc 4, 23-30)
En otra ocasión, después de oír sus enseñanzas, piensan que hace esto porque no está en su juicio, lo toman por loco. (Mc 3, 20-21)
3.- En su predicación denuncia a los fariseos y a los doctores y maestros de la ley y los pone en evidencia, porque enseñan la ley pero no la cumplen, con lo que se gana una enemistad. (Mt 23, 1-7)
4.- Tuvo el valor de enfrentarse directamente con ellos y con los jefes del pueblo, llamándolos hipócritas y mentirosos y anunciándoles que serán castigados. (Mt 23, 13-36)
5.- Todo lo hace por instaurar el Reino, ya que esta es la misión que el Padre le había encomendado, aún sabiendo cual es el final que le espera por esta manera de actuar. (Mc 8,31)
6.- A pesar de todo, Jesús sigue cumpliendo la misión de predicar, ayudar y traer el Reino de Dios. (Mt 11, 2-5)
7.- Consecuencias:
Los poderosos no resisten la predicación de Jesús, buscan ocasión de acabar con Él (Mt 12, 14), deciden eliminarlo (Mt 26, 63-66), le condenan a muerte (Mt 23, 63-66) y consiguen de Pilato autorización para ejecutarlo (Lc 23, 23-25).

IV.- JESÚS RESUCITÓ Y VIVE
1.- Sin embargo, al cabo de 20 siglos, millones le han seguido y le siguen. Han habido y hay muchos seguidores de Jesús que han sufrido el martirio o que gastan su vida día a día siendo fieles a Jesús y sirviendo al prójimo.
2.- Jesús no es un hombre cualquiera, uno de tanto; nadie ha hecho lo que Él hizo, ni ha tenido su poder y su autoridad, ha obrado los milagros que Él obró sobre todo su Resurrección.
3.- La Resurrección es la verdadera respuesta de Dios, es la victoria de Jesús y de todo lo que Él significa. El refrendo de Dios a todo lo que dijo e hizo Jesús.
4.- San Pablo dice: “Si Cristo no ha resucitado, tanto el anuncio de Él, que yo he predicado, como vuestra fe carecen de sentido” (1ª Cor 15,14)
5.- ¡Cristo vive! Está realmente presente en la Eucaristía, aunque sólo lo veamos por la fe, para ser nuestro alimento y nuestra compañía. Está presente en su Palabra, pues cada vez que leemos los evangelios nos está hablando Él y su palabra es hoy de plena actualidad. Está presente en el prójimo, que son Cristos vivientes, pues Él dijo que lo que hiciéramos con nuestros hermanos lo hacíamos con Él mismo,.
6.- Por eso me fío de Él, convencido de que merece la pena seguirle. Y el fiarme significa admitir sus enseñanzas no solamente como verdad, sino como norma de vida.
7.- Es importante que sea para nosotros “centro de nuestra vida”. O sea, todo en nuestra vida tiene que girar alrededor de Jesucristo: mi familia, mis relaciones, mi trabajo, mi vida de fe, mis diversiones, mi economía...



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