3 de septiembre de 2019

¿SABÍAS QUE...? - Número 3




¿…el origen de las Buenas Noches de Don Bosco en el Oratorio fue 1841, y que no tenían una frecuencia diaria, sino raramente y en la vigilias de las fiestas?

LAS BUENAS NOCHES
Don Pascual Chavez ya decía que las Buenas Noches (en adelante, BN), son un elemento fundamental de la cultura salesiana, por su gran peso educativo y formativo en los jóvenes. Son numerosos los testimonios de chicos del Oratorio que nos ha dejado la historia del bien que les hacían las palabras de Don Bosco con las BN, puesto que eran palabras dirigidas directamente al corazón.
Las buenas noches constituían el punto de referencia más reiterado de toda su enseñanza moral y religiosa, evocada sin duda en las confesiones, en los consejos personales, en los sermones y, frecuentemente, en sus cartas individuales y colectivas. Los sueños contados por él no hacían sino expresar narrativa, poética o dramáticamente lo que en otros contextos era doctrina, discurso o exhortación.
Veamos brevemente su historia, su contenido y su estructura.
Historia
En 1841, con el inicio del Oratorio de Valdocco, Don Bosco solía dirigir unas palabras, después de la oración dela noche; pero al principio, él lo hacía raramente y solamente en las vigilias después de las fiestas. Su charla duraba entre dos o tres minutos, según se apunta en las Memorias Biográficas (MB).
En 1846, Don Bosco daba algún breve aviso a los chicos del oratorio por la noche, antes de despedirlos.
En las Memorias del Oratorio, escritas por el propio Don Bosco en 1847, refiere que, una vez que había preparado la cama al primer alumno interno, Mamá Margarita le dirigió una pequeña plática.
No fue hasta 1848 cuando adquieren especial importancias las BN en el Oratorio. Dicen las Memorias del Oratorio que, no habiendo escuelas internas para los artesanos y estudiantes, Don Bosco los enviaba fuera. “Por aquél entonces comencé a hacer una brevísima plática, por la tarde, después de las oraciones, con el fin de exponer o confirmar alguna verdad que casualmente hubiese impugnado en el transcurso del día”.
En el Reglamento del Oratorio de San Francisco de Sales que escribió Don Bosco en 1854, ya explicaba en qué consistían las BN; que más tarde aparecerá intacto en 1877, al publicar el Sistema Preventivo, que dice así:
“Cada noche, después de las oraciones habituales y antes de que los alumnos marchen a descansar, el Director o alguien por él, dirija algunas palabras afectuosas en público, dando algún aviso o consejo respecto a cosas que se deban hacer o evitar e ingénieselas para sacar las lecciones de hechos sucedidos durante el día en el instituto o fuera; pero su platiquita no pase nunca de los dos o tres minutos. Ésta es la llave de la moralidad, de la buena marcha y del éxito de la educación”.
Las MB, refiriéndose al año 1859, apuntan que el pequeño discurso de todas las noches, después de las oraciones, era la llave maestra del edificio moral del Oratorio.
En 1875, interrogado Don Bosco por unos señores sobre sus medios educativos, les sugiere siete normas, entre las cuales ésta: “dos palabras confidenciales, cada noche, después de las oraciones”. “Éste es un medio potente de persuasión al bien –agregaba-. Allá se cortaba la raíz a los desórdenes, antes incluso de que naciesen” (MBe XI, 16).
Ya en los años finales de Don Bosco, en 1884, tras el célebre sueño de Roma, una vez había regresado a Turín, reunió al Consejo para revisar las normas educativas, pero aunque condescendió en algunos asuntos, fue inflexible especialmente respecto a la unidad de dirección, a la cual están estrechamente conectadas las BN.
Una vez fallecido Don Bosco en 1888, Don Rua “no se apartó ni un ápice de la tradición auténtica dejada por Don Bosco”. Y una crónica salesiana de la época en que era director en Mirabello dice: “Cuando habla a los jóvenes por la noche, se expresa de un modo agradable y gracioso”.
Actualmente, las BN han pasado a ser Buenos Días o Buenas Tardes, al haber desaparecido prácticamente los internados de estudiantes en las casas de la Congregación.
En resumen: las BN salesianas son una de las iniciativas más genuinas de Don Bosco, que las va consolidando en su praxis y teoría a lo largo de su vida sacerdotal. Don Caviglia, estudioso y crítico salesiano, consideraba que eran una parte importante de la educación colectiva que formaba el clima-ambiente del oratorio.

Contenido
Por la noche se expresaban cotidianamente las ansias e ideas más familiares a Don Bosco, formado en la teología y moral práctica de la Residencia Eclesiástica, enriquecidas por su rica experiencia de confesor y director de una comunidad religiosa y educativa modelada a partir de ese punto de vista. Era un ministerio de la palabra de carácter esencialmente moral, polarizado en torno a los deberes.
No daba grandes motivaciones o perspectivas teológicas o bíblicas y, menos aún, culturales o sociales de mucha profundidad. Lo fundamental era la llamada a la voluntad, al compromiso personal, a los propósitos, en sintonía, evidentemente, con la acción de la gracia.
Para Don Bosco, las BN tienen unos contenidos diversos según la ocasión: lo más normal eran los comentarios de hechos cotidianos sucedidos dentro o fuera del Oratorio: un aviso, un consejo sobre lo que debe hacerse o evitarse, enseñanzas extraídas de la vida diaria. Y aquí, con un agudo sentido de la variedad, cabían reflexiones siempre ágiles sobre aspectos de Teología moral y dogmática, historia profana y eclesial, folklore, misiones, fábulas y ciencias de todo género. Los criterios de elección serán la oportunidad, la actualidad y la variedad.
En esas breves charlas antes de acostarse, Don Bosco señala también modelos que imitar, santos a los que rezar, ejemplos que tener constantemente presentes: San Luis Gonzaga, San Francisco de Sales; y también oratorianos ejemplares como Domingo Savio, Miguel Magone, Francisco Besucco y otros. Al hablar de ellos y casi en su nombre, invita a los chicos a la fe, a la caridad, a la obediencia, a la mortificación, a la humildad, a la modestia y- sobre todo- a la pureza.
En resumen, cada charla trataba de cómo conducirse en la vida, de la frecuencia de los sacramentos, de la dura lucha por no caer en el pecado, orientándolo todo a la consecución del fin último de toda obra asistencial, educativa y pastoral, el ideal al que todo cristiano es llamado: vivir en gracia, que hay que defender, conservar y, si es necesario, recuperar. En definitiva, la santidad, preludio de la gloria del paraíso.

Estructura
Debemos tener claro que las BN salesianas conllevan un mensaje comunicativo, que requiere de un sistema de comunicación que podemos considerar compuesto de un mensaje con unos contenidos, de un emisor y un receptor (individual o colectivo), de un código compartido por ambos, de un canal de comunicación, modalidades de retorno al emisor y “ruido” comunicativo.
Aunque ya nos hemos referido al contenido, hemos de indicar que se ha de atener a la unidad temática y no se debe improvisar, a fin de que las BN conserven el interés de los destinatarios y su eficacia educativa.
Don Bosco sabía cómo comunicarse con sus destinatarios, fue un maestro en el adaptarse a los receptores, y las BN no son una excepción. Además de los mencionados criterios y dirigiéndose principalmente a la franja de edad que va desde los preadolescentes a los jóvenes, empleó un tono coloquial -con frecuentes diálogos incluso preparados de antemano-, con un estilo paternal, vivo siempre y gracioso en ocasiones, lleno de afecto y huyendo explícitamente de parecer un sermón en la iglesia. Bien sabía él la verdad de la expresión de San Francisco de Sales: “El corazón toca el corazón”. En ocasiones, los propios muchachos se convertían también en interlocutores, sirviendo como claro ejemplo de comprobante de que el mensaje les llegaba, como retroalimentación del sistema comunicativo.
¿Quién debía ser el que diera las BN, es decir, el emisor? En este punto Don Bosco lo dejó escrito de forma muy clara: “El director o quien haga sus veces”. Estando él en disposición de hacerlo, no era imaginable que delegara.
El canal comunicativo en este caso lo constituía la voz y la persona misma de Don Bosco (en cuanto que la propia presencia física, el emplazamiento y la gestualidad comunican de un modo determinado); en aquella época no había otra mediación posible.
Y este canal ocupaba un lugar físico, el espacio en el que se impartían las BN y que para Don Bosco era de gran importancia. Las Memorias Biográficas recuerdan que Don Bosco no quería las BN en la iglesia, a modo de predicación; de forma que las oraciones de la noche se recitaban bajo techo, en el pórtico o en locutorio, incluso en invierno. Y a continuación, en el mismo lugar, las BN. Se llevaban a cabo de la siguiente manera (MBe VI, 81):
“DB estaba en medio de sus chavales..., como padre amoroso. Después, ayudado por nosotros, subía a la tribuna y con la mirada paternalmente amable y sonriente, aconseja, corrige con dulzura, previene...; acaba con el saludo “Buenas noches”. A menudo, el “Gracias” de respuesta se acompañaba de ruidosos aplausos”.
La duración de las BN de Don Bosco se establece igualmente en el Reglamento del Oratorio en dos o tres minutos, aunque en su primera redacción apuntó cinco minutos. Sin embargo, podemos estimar que Don Bosco rompió en pocas ocasiones esta regla escrita, aunque quizás pensara en un máximo de cinco minutos.
El ruido comunicativo es todo elemento perturbador de la eficacia de la comunicación en un sistema dado. Es evidente que teniendo en cuenta la globalidad de operaciones comunicativas que se ejecutan en unas BN, en aquellas de Don Bosco, el frío del pórtico en invierno, un excesivo cansancio en los muchachos, la falta de potencia en la voz ante un número elevado de jóvenes o expresiones poco comprensibles para parte del auditorio podrían considerarse como “ruido”. El éxito y la pervivencia de las BN de Don Bosco, atestiguados de múltiples formas, confirman el bajo nivel de ruido y la excelencia de esta herramienta comunicativa.

PARA LA REFLEXIÓN
1. Como AA.AA.DB. ¿tengo alguna referencia diaria de “Buenas Noches”?
2. Con mis hijos, nietos, esposo/a, ¿practico las “Buenas Noches” salesianas?
3. ¿Qué elementos de comunicación me faltan para completar una Buenas Noches?

Puedes consultar algunas referencias publicadas así como un estudio amplio de las Buenas Noches a cargo del salesiano José Luis Burguera Pérez en los siguientes enlaces:

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