28 de mayo de 2019

"LAS HOJITAS DE DON LUIS" - NÚMERO 82


LA FAMILIA Y SU PARTICIPACIÓN

EN EL DESARROLLO DE LA SOCIEDAD
Lect: Decreto sobre el apostolado seglar, del Concilio Vaticano II, nº 11.

1.- “El Creador del mundo estableció la sociedad conyugal como origen y fundamento de la sociedad humana, por tanto la familia es célula primaveral y vital de las sociedad”. (Decreto del Vaticano II sobre el Apostolado de los seglares).
2.- Podríamos añadir que la familia no solo es célula, sino átomo que encierra en sí una energía nuclear capaz de transformar la sociedad entera.
3.- Se puede afirmar que la sociedad no es un conjunto de personas, sino un conjunto de familias, y según sean éstas, así será la sociedad.
4.- Hemos comentado ya que la familia cristiana, por su propia naturaleza de ser comunidad de vida y amor y por su característica de cristiana, no puede encerrarse en sí misma, sino abrirse a la sociedad participando y asumiendo distintas funciones sociales y políticas en el mejor sentido de estas palabras, o sea participando en actividades  públicas.
5.- La primera aportación de la familia a la sociedad es su experiencia de comunión y de participación.
6.- En la familia conviven distintas generaciones y se ayudan armonizando los derechos y las exigencias de cada uno, por lo que en ella podemos ver una auténtica comunidad de personas que sirve como primera escuela de socialidad, ejemplo para relaciones comunitarias más amplias, donde es posible una vida propiamente humana custodiando y transmitiendo las virtudes y los valores.
7.- Además de esta labor de testimonio las familias pueden dedicarse otras obras de servicio social a las que no llega la asistencia de las autoridades públicas, como hospitalidad y preocupación por personas en situaciones especiales de necesidad.
8.- Otra misión que pueden realizar, tanto solas como asociadas, es procurar que las leyes y las instituciones no solo no ofendan, sino que sostengan y defiendan positivamente los derechos y los deberes de la familia, creciendo en la conciencia de ser protagonistas y asumiendo la responsabilidad de la sociedad.
9.- En diversos países, instituciones y leyes no solo desconocen los derechos de la familia, sino que la atacan en sus exigencias y en sus valores.
10.- Por eso la Iglesia los proclama y defiende, citando estos como más apremiantes, recogidos en la exhortación apostólica del Papa y en la “Carta de los derechos de la familia” presentada por la Santa Sede:
- a fundar una familia y tener los recursos para mantenerla
- a  ejercer la propia responsabilidad en la transmisión de la vida
- a la intimidad de la vida conyugal y familiar
- a la estabilidad del vínculo y de la institución matrimonial
- a creer y profesar su propia fe y a difundirla
- a educar a sus hijos de acuerdo con sus propias convicciones, tradiciones y valores religiosos y culturales, con los medios e instituciones necesarias
- a obtener seguridad física, social, política y económica
- a poder disfrutar de una vivienda adecuada
- a la expresión y representación ante las autoridades, tanto por sí mismas como por medio de asociaciones
- a proteger a los menores, ancianos y a los más débiles de los peligros que les afecten con las leyes apropiadas.
11.- Después de una reflexión seria, las postura de una familia cristiana no puede ser la queja o la lamentación, sino recordar que está fundada sobre el sacramento del matrimonio, y que este sacramento, asumiendo la realidad humana del amor conyugal, capacita y compromete a los esposos y padres cristianos a “buscar el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios” (Const. del Vaticano II sobre la Iglesia).
12.- Las familias cristianas podrán realizar esto por medio de su acción educadora, con un compromiso activo para el crecimiento humano de la sociedad realizado desde la propia familia y con el apoyo a las asociaciones dedicadas a los problemas de orden local, nacional e internacional.

PARA LA REFLEXIÓN Y
EL DIÁLOGO
1.- ¿De dónde nace la función social de la familia?
2.- ¿Es importante el testimonio de familias cristianas como escuela de relaciones sociales?
3.- ¿Son conocidos y respetados los derechos citados de la familia?
4.- ¿Estamos convencidos de nuestra misión como cristianos según nos enseña el Concilio?
5.- ¿ concretar alguna acción a realizar?




No hay comentarios:

Publicar un comentario