FRASES
GENIALES DE LA EUCARISTÍA
I.- INTRODUCCIÓN
1.- Esta “hojita” está escrita para
aquellos que, asistiendo asiduamente a la Eucaristía dominical, desean
participar con más provecho.
2.- En la Eucaristía existen frases
que, por lo profundas que son, las llamamos: “frases geniales”.
3.- Ponemos en tus manos unas cuantas para
ayudarte a sacarle más provecho a tu participación en la Eucaristía dominical y
a enriquecer tu corazón cristiano. Léelas despacio y medítalas.
4.- Estas son, entre otras, las
“frases geniales” que ponemos a tu consideración:
- “Fuente de toda santidad”
- “Voluntariamente aceptada”
- “Esto es mi Cuerpo”
- “La Sangre de Cristo, derramada
por vosotros y por todos los hombres”.
- “Tomad y comed todos de Él”.
5.- Haremos de todas ellas unas
breves reflexiones... con interés práctico.
6.- Esperamos que, alguna vez,
saques a relucir estas frases, y sus comentarios, en algunas de tus
conversaciones con personas amigas para ayudarles a participar mejor en la
Eucaristía dominical
II.- “SANTO ERES EN VERDAD SEÑOR, FUENTE DE TODA SANTIDAD”
1.- En el mundo existen dos
fuentes: una de maldad y otra de santidad. La “Fuente de toda santidad” está en
Dios.
2.- Esta “fuente de toda santidad”
está muy al alcance del hombre. Está en la observación del Universo (la obra
creadora de Dios) y, sobre todo, en la Eucaristía dominical.
3.- La Eucaristía dominical es la
gran “fuente de toda santidad”. A ella acudimos “a beber”.
4.- Jesús y la Samaritana
dialogaron. También existe un diálogo entre Jesús y la Asamblea Cristiana en la
Eucaristía.
5.- Las expresiones “dame de
beber”, “si conocieras el don de Dios y quien es el que te pide de beber, le
pedirías tú a él y él te daría agua
viva”, “¿de dónde vas a sacar tú agua viva?”, “el que beba el agua que yo voy a
dar nunca más tendrá sed”, “Señor, dame de esa agua, así no tendré más sed”...
se hacen actualidad en toda Eucaristía.
6.- En la fuente de la Eucaristía
emana cons-tantemente un agua (la Palabra de Dios), en respeto, en tolerancia,
en humildad, en compartir... Hay que ir “por esa agua”, es decir hay que ir por
esa palabra de Dios, “fuente de santidad”.
III.- VOLUNTARIAMENTE ACEPTADA
1.- El dolor forma parte de la vida
de todo hombre. Nadie quiere el dolor, pero nadie se escapa del dolor. Los
cristianos solemos llamar a dolor cruz.
2.- El dolor está iluminado por la
“fuente de toda santidad”, es decir, por la Palabra de Dios que te dice: “toma
tu cruz y sígueme”.
3.- El gran problema ante el dolor
es que “se rechaza”, “no se acepta”. Y la gran solución del dolor -de la cruz-
es aceptarlo, aceptarla.
4.- Algunos cristianos, ante la
cruz se desorientan, se quejan y la cruz lleva dentro “sabiduría de Dios”. Los
judíos se escandalizan ante la cruz. Los paganos la consideraban necedad. Los
cristianos... (I Cor, 1,23).
5.- La Eucaristía ofrece esta frase
maravillosa: “el cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada...” Aceptar voluntariamente la cruz es el camino.
6.- La aceptación voluntaria de
la cruz es un pilar firme del reconocimiento y aceptación de que Dios ha sido,
es y sigue siendo sabio y bueno. No aceptar la cruz parece que se afirma que
Dios no es ni sabio ni bueno.
7.- La luz que da a nuestros
dolores la frase “voluntariamente aceptada” es grandiosa.
IV.- “ESTO ES MI CUERPO”
1.- Los paganos no entienden esta
frase. Se escandalizan cuando oyen decir que “ese Pan es el Cuerpo de
Jesucristo” porque no conocen quien la dijo.
2.- Los cristianos sabemos que esa frase
está dicha por Jesús, en la última cena, ante los Apóstoles.
3.- Y sabemos que Jesús -y ahí está
el fundamento de nuestra fe- es el Hijo de Dios y su Palabra es veraz. El pan
dejó de ser pan y se convirtió en el Cuerpo del Señor.
4.- Y sabemos que Pedro, cuando
Jesús subió al cielo, celebraba la Eucaristía con la certeza y convicción de
que Jesús se hacía presente, de que aquel pan se convertía en el Señor.
5.- El cristiano-cristiano tiene la
certeza, la seguridad, el convencimiento de la presencia de Jesús Resucitado en
la Eucaristía apoyado en la autoridad de la Palabra de Dios.
6.- Dicha presencia afirma:
-
un niño de 7 años
-
un joven de 15 años
-
un adulto de 30 años
¿con qué grado de convencimiento?
7.- Tú, ¿con qué grado de
certeza, de seguridad y de convicción, de esa presencia, acudes a la
Eucaristía?
V.- “LA SANGRE DE CRISTO, DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES”
1.- La Eucaristía tiene un sentido
universal: La Sangre de Cristo ha sido vertida, dada, derramada... no por unos cuantos
hombres, sino “por todos los hombres”.
2.- No perdamos de vista ese
sentido universal. ahí entran todos los hombres, con sus nombres y apellidos:
los políticos, los criminales, los vecinos de arriba o de abajo, los
familiares, los violadores, los ricos, los...
3.- ¡Con qué facilidad olvidan
muchos cristianos que “van a Misa” ese sentido universal! Y cómo se van
“mojando” de sentido universal lo que realmente participan en la Eucaristía.
5.- Cristo, ¿murió por ti, sí, y
por mí, no? ¿Por Fulano sí, y por Mengano, no? ¿Sólo murió por tus parientes,
amigos, compatriotas..? No olvides: “Por todos los hombres”.
6.- Asumiendo esa frase, saldrás
más misericordioso, más tolerante, más comprensivo, más respetuoso, más
solidario, más “universalizado”... Con un corazón más parecido al corazón de
Dios.
VI.- “TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL”
1.- Jesús Resucitado, presente en
el Pan y Vino, invita a todos los creyentes diciéndoles: “tomad y comed todos
de Él”. Es una invitación personal a comer.
2.- Comer significa comprometerse y
hay:
- Resistencia a comer el Cuerpo de Cristo.
- Ligereza al comer el Cuerpo de
Cristo.
Es resistencia y ligereza al
compromiso serio.
3.- Habría que enterrar la
expresión “voy a comulgar” y sustituirla por:
- voy a recibir a Jesús
- voy a comprometerme con Jesús
- voy a asociarme a su obra
redentora.
4.- Recibir el
Pan de Vida, que es invitación al “tomad y comed todos de Él” significa:
- romper actitudes interiores
antievangélicas
- asumir con docilidad la Palabra
de Dios
- estar abierto a la fraternidad
universal.
5.- Eres invitado a un banquete,
asistes, te sientas, escuchas, hablas y... no comes. Algo te tiene que pasar.
Eres invitado a otro banquete (la Eucaristía), asistes, te sientas, escucha,
hablas (cantas y respondes) y... no comes el Pan de Vida. Algo te tiene que
pasar: que no entiendes el banquete Eucarístico.
VII.- PARA UN EXAMEN
1.- Cuando tengas algún problema,
¿sabrás acudir a la “fuente de toda santidad”, que es la palabra de Dios,
manifestada en la Creación y en el Evangelio que se proclama en la Eucaristía
dominical?
2.- Cuando tengas algún dolor,
sufrimiento... (cruz le llamamos los cristianos), ¿acudirás al ejemplo que nos
dio Jesús en la Pasión con su “voluntariamente aceptada”?
3.- Cuando
acudas a la Eucaristía dominical, ¿con qué grado de certeza y convicción
recibes la expresión “esto es mi Cuerpo”, es decir, la presencia de Jesús
Resucitado?
4.- Al acudir a la Eucaristía
dominical, ¿harás tu corazón más universal al asumir la expresión: “La sangre
de Cristo, derramada por vosotros y por todos los hombres”?
5.- Cuando acudas a la Eucaristía
dominical y oigas el “tomad y comed todos de Él”, ¿vas a resistirte a la
invitación, vas a tomar el Cuerpo de Cristo con ligereza o vas a comer el Pan
de Vida compartiendo tu vida con la suya?
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