YA NOS VEREMOS, AMIGO FLORENCIO
Se nos ha ido nuestro querido
amigo Florencio del Río, un Antiguo Alumno de Don Bosco con mayúsculas. Cuando
hace unos meses nos informaban de su galopante enfermedad degenerativa, todo el
movimiento exalumnal se encomendó a Don Felipe Rinaldi para su curación, pero
no ha podido ser en esta ocasión.
La Casa Salesiana Don Bosco en
Palencia, actualmente es la que mantiene carismáticamente la congregación en
dicha localidad, pues no cuenta con comunidad religiosa. Y Florencio ha sido alma mater de ese carisma salesiano.
Como ha contado en numerosas ocasiones,” una vez que entró, ya no salió, se
quedó enganchado a Don Bosco y a los salesianos”. Ha sabido llamar, congregar,
unir y ayudar a numerosas personas que aman a Don Bosco para seguir viviendo
como cristianos en clave salesiana. Desde su bondad personal y familiar, ha
portado el estilo y sentido salesiano allá por donde ha pasado, contagiando a
quienes hemos tenido oportunidad de compartir momentos con él.
La última vez que tuve la
oportunidad de estar con él fue en octubre 2015, con ocasión de la
peregrinación de los AA.AA.DB. a los lugares salesianos de Turín, después de
asistir al Congreso Mundial en Roma. Fue allí, en el Altar Mayor de la Basílica
María Auxiliadora, donde nos explicaba a todos con detalle los momentos
importantes que le habían sucedido en su vida y los motivos por los que quería
hacer la promesa de Salesiano Cooperador.
Serían muchas las anécdotas de
Florencio que podría contar, pero me quedo con cómo relataba al detalle el
momento en que sufrió el infarto que estuvo a punto de costarle la vida hace
unos años, cómo no sentía miedo a la muerte, cómo estaba preparado, pero que al
no ser ese su momento entendió que aún tenía alguna tarea pendiente, cómo daba
gracias a Dios por esa experiencia, con toda la naturalidad del mundo, como era
él en esencia…, naturalmente amigo.
Por Pedro J. Cantos Luque
AA.AA.DB. Córdoba
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