12 de julio de 2022

EL LEGADO FORMATIVO DE D. EUSEBIO A LOS AA.AA.DB. - Nº 20

   

BLOQUE 3 - LA FAMILIA

TEMA 7º

LA FAMILIA, IGLESIA DOMÉSTICA

          

En una afortunada definición, la familia cristiana ha sido considerada como Iglesia doméstica, porque la familia cristiana es un lugar propicio para realizar una intensa vida de Iglesia.

             En primer lugar, la familia cristiana reafirma la centralidad de Dios en la vida. El que nos ha creado, nos conserva en la vida, nos acompaña siempre y, permanentemente, nos salva. Es el amigo poderoso que nunca falta a la cita y nos ha traído a este mundo para que participemos en su historia de amor por la humanidad.

             En la familia cristiana se actualiza la afirmación de Jesucristo asegurando que donde dos o tres personas se reúnen en su nombre El está en medio de ellas. Esta presencia real de Jesucristo en su grupo se convierte en alimento para la familia. De esta presencia recibe la luz y la fuerza precisas para construir, cada día, la vida familiar y convertir a sus miembros en testigos de esta presencia ante los demás.

             En la familia se realiza, de una manera significativa, la experiencia de fraternidad por la que apuesta la Iglesia. Las personas que Dios pone a nuestro lado son hermanos con quienes compartimos la vida. En el entorno familiar la fraternidad cobra una importancia decisiva, desarrollando en las personas actitudes internas que marcan su existencia y su estilo de relaciones con los demás. En estas relaciones, los miembros de la familia cristiana descubren que, efectivamente, Dios está entre ellos, porque se han reunido en su nombre y se consideran hermanos.

             Por otra parte, la familia cristiana es el grupo en el que se preparan, se celebran y se concretan los grandes misterios de la fe cristiana como son los sacramentos. La vida de la familia cristiana se convierte en un lugar donde se celebra una auténtica liturgia porque en ella se cuenta siempre con Dios y se bendice su presencia en lo cotidiano de la existencia.

             Finalmente, la familia cristiana se preocupa por la vida de la Iglesia y se compromete con el entorno social en que vive. Dedica tiempo a construir la Iglesia y participa en la construcción de la sociedad participando en acciones que la mejoran y comprometiéndose en esta tarea realizando un trabajo profesional serio y responsable.

             Se puede decir que la familia cristiana es una pequeña Iglesia en la que se vive la fraternidad evangélica, se celebra una permanente acción litúrgica y se sirve a los demás, porque Dios tiene una presencia decisiva en ella y sus miembros se dejan evangelizar por la Buena Noticia.

 La familia cristiana nos permite realizar la primera y decisiva experiencia de Iglesia. Situando a Dios en el centro de su vida, sus miembros van experimentando la grandeza de una fe compartida y el valor del grupo. En la familia cristiana sus miembros están llamados a ser, como la Iglesia, sacramentos de salvación para los hombres y mujeres de nuestro tiempo. 

1.-¿Qué cosas concretas podemos hacer para que nuestra familia sea, cada vez más, una auténtica iglesia doméstica?

 
 


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